Carta abierta a Dña. Ana Botella en referencia a las Escuelas Municipales de Música

Apreciada alcaldesa:

Lo primero que he de decirle es que es la primera vez que le escribo directamente a un alcalde. Nunca tuve la oportunidad de hablar directamente con ninguno, ni poder departir con el máximo responsable de los municipios en los que he vivido, hasta este momento. Por eso, disculpas si en algún momento encuentra alguna incorrección en este sentido.

Esta carta está escrita desde un respeto institucional y personal que nunca he perdido y que no pienso perder, pese a comprobar, con desagrado, y cierta desazón, algunas de las medidas tomadas por su Ayuntamiento, la Comunidad en la que vivimos o, incluso, desde el Gobierno de España. Considero que cada uno juega su rol y mi alcaldesa, mi presidenta o mi presidente (sean del partido que sean) juegan un papel de representación de una ciudadanía en la que me incluyo. Por tanto, le ruego que lea esta carta hasta el final y no piense que es un panfleto partidista.

Usted y su esposo son padres, igual que mi esposa y yo. Tenemos tres hijos y, supongo que como ustedes, queremos para ellos lo mejor. Lo mejor, no nos equivoquemos, no es una vida sin esfuerzo, sin sufrimiento, con todas las cosas que deseen… Lo máximo a lo que pueden aspirar unos padres es a que sus hijos sean felices en la vida y en la sociedad que les ha tocado vivir. Esto no es fácil, ¿a que no Sra. Botella? No se consigue de un día para otro y, sobre todo, nadie te enseña cómo hacerlo. Educar, a la postre, no es más que dejar que nuestros hijos sean, en plenitud, aquello que ya son desde su nacimiento: potenciar y sacar fuera aquello que llevan escrito en su interior y pulir aquello que les puede complicar la existencia.

El mayor de mis hijos se llama Álvaro. Álvaro tiene ahora 8 años recién cumplidos y estudia 3º EP en el Colegio de Nuestra Sra. de las Escuelas Pías de Carabanchel Alto. Es un niño feliz, extrovertido, listo, alegre… ¿Qué voy a decir yo? Pero Álvaro, además, posee una sensibilidad fuera de lo común y, desde muy pequeño, esta sensibilidad le ha hecho tremendamente receptivo ante ese volcán emocional que provoca la música. Tuvo una gaita con escasos dos años (los gallegos somos así), se pidió un tambor en sus primeros Reyes hablando, luego tuvo un pianito, un yembé, maracas, flautas, una guitarra, etc, etc, etc. Álvaro descubrió el «Nessum Dorma»  de Puccini siendo un mico y las lágrimas afloraban en sus pequeños ojos. Álvaro vibra cada Año Nuevo con el concierto desde Viena y ya ha estado unas cuantas veces en el Auditorio Nacional. Álvaro juega a ser director de orquesta.

A unos padres ésto no les pasa desapercibido y decidimos apuntarlo a la Escuela Municipal de Música Isaac Albéniz, en Carabanchel. Él tenía cuatro añitos y la escuela recién abría sus puertas. Ha cursado ya cuatro años y siempre contento y feliz de ir, pese al esfuerzo familiar que suponen sus horarios. Este curso que va a empezar es especial para él. Álvaro va a aprender ya a tocar el violín, su primera opción en la selección de instrumento.

Ayer hemos tenido una reunión en la Escuela, en la que se nos informó de la, más que probabl,e subida de tasas. Pasaríamos de pagar 50 euros a pagar cerca de 140 euros al mes. El Ayuntamiento parece haber decidido retirar toda la financiación para la educación musical pública. Eso, Sra. Botella, implicará que Álvaro no seguirá en su camino. Igual que él, muchos otros. Las familias humildes que ya soportamos otra serie de recortes y subidas de impuestos, no podemos hacernos cargo de esta subida, por mucho que queramos procurar lo mejor para nuestros hijos.

Me dirijo a usted para pedirle que no lo hagan, que no aprueben en el pleno esa medida tan dura y que intenten reducir presupuesto en otros ámbitos, donde la vida de las personas de Madrid se ve meno afectada. Usted es la alcaldesa, por lo que yo no soy quién para decirle cómo hacerlo. Ni soy experto ni me han elegido para ello. Por favor, alcaldesa, reconsidere su decisión.

Cara a cara es más fácil el entendimiento pero los políticos no suelen querer recibir a los ciudadanos como yo. No solemos representar mucho para ustedes y menos cuando no estamos de acuerdo con sus políticas. Lo entiendo, posiblemente yo haría lo mismo. Pero le dejo la puerta abierta a vernos. A lo mejor hablando encontramos una solución. Sigo creyendo que la política se fundamenta en la búsqueda del mayor bien para una sociedad y creo, además, que todavía hay políticos y políticas que trabajan y se esfuerzan por ello.

No puedo decir mucho más. Termino esta carta con un realismo esperanzado. Ojalá Álvaro pueda aprender a tocar el violín este curso que viene. Las sociedades prósperas procuran que sus ciudadanos estén allí donde tienen que estar, que no haya músicos sacando dientes ni dentistas tocando el trombón.

Un cordial saludo

Santiago Casanova Miralles
santiagocasanovamiralles@gmail.com

7 comentarios
  1. Gema Fernández
    Gema Fernández Dice:

    A esta carta tan emotiva nos unimos y nos identificamos los padres de los alumnos que estudian en todas las escuelas de música de madrid. No voy a reiterar las palabras de Santiago. Las apoyo totalmente, esto es un ruego a reconsiderar la decisión casi tomada por ustedes. Dejen que nuestros hijos sigan conservando su sueño, que es el de tocar y disfrutar con la música.
    Saludos
    Gema Fernández Romero (madre de Sofía en 3º de Saxo y formación musical y Daniel en 1º de formación musical en Isaac Albeniz, Carabanchel)

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  2. Cristina Escobar
    Cristina Escobar Dice:

    La familia de Cristina Gómez Escobar apoya plenamente esta petición de retirada de la medida por razones parecidas. Nuestra hija Cristina no hablaba, pero sabía cantar con menos de un año.

    Llegaron a decirnos que si sería autista y eso fue muy duro aunque sabíamos que entonaba muy bien. Su mundo era incomprensible salvo el de la música. En esta escuela salió de su mutismo y era verdaderamente feliz: su espíritu se transformaba con las melodías, las risas de los compañeros y la profesionalidad de los profesores. El fracaso en su colegio normal era victoria en esta escuela de música. Un apoyo que en nuestro caso (junto con otros) la sacó de su silencio.

    Cuando el espíritu se turba, queda la música. La música nos acompaña siempre: en las alegrías y en las penas. La música es una lengua universal que no precisa de traductores porque cada cuál la hace suya según su alma la sienta. Necesitamos la música porque tenemos derecho a ella. No nos la pueden quitar, no nos la pueden robar como si no hubiese existido.

    Si nuestros hijos no hacen música ¿qué haran? ¿rondar parques con malas compañías con los peligros que conlleva (vicios, drogas, etc.)?. ¿a eso quieren que lleguemos las clases pobres?.

    No podemos más: sin empleo, sin futuro pero ¿SIN MÚSICA PARA EL ALMA?. Deben reorganizar sus prioridades porque la MUSICA (vean bellos proyectos en favelas de Brasil y otros lugares) saca a los chicos lo mejor de sí mismos y los aleja de cosas peores. Le recomiendo documentales como ‘De Mao a Mozart’ y otros documentales de cómo han salido orquestas sinfónicas de las favelas. Usted es rica y a lo mejor no pasa estrecheces pero piense en nuestros hijos por un momento. Se lo agradeceremos.

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  3. Susana
    Susana Dice:

    Como tantos padres que consideran que la música es parte integral del desarrollo y por tanto de la formación humana, apoyo a Santiago.
    Tengo dos hijas que son música desde que se levantan a hasta que se acuestan. Tengo dos hijas que han vivido durante todo este curso el privilegio (después de una larga selección) de ser protagonistas infantiles de la pequeña Nala en el Rey León que con tanto orgullo el Ayuntamiento de Madrid acogió en la Gran Vía. Ellas estudian en la Escuela Municipal Isaac Albeniz y su talento, ha sido alentado por su familia, por su educadora infantil en «La Plazuela» y por sus fantásticos profesores en la Escuela de Carabanchel. Una de ellas, cuando supo que no podría continuar sus estudios de música despues de 4 años por la subida de las tasas, casi se echó a llorar y me suplicó poder utilizar para ello el dinero que había ganado en el Rey León . Es emocionante descubrir lo claro que una niña de 10 años puede tener sus prioridades en la vida. No quiere una consola, ni un móvil, quiere pagarse sus clases de música para asegurarse de que seguirá con ellas. Y al mismo tiempo triste, muy triste, que estos y otros políticos no apuesten por la música. Ahora me resulta más fácil entender por qué motivo la mayoría de los profesionales que compartieron musical con mis hijas durante el pasado curso, no se habían formado en este país. ¿Acaso aqui se cree en el arte?

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  4. Amparo GALINDO ACOSTA
    Amparo GALINDO ACOSTA Dice:

    Con estas dos frases creo que bastaría para hacerse replantear que el arte y la cultura NO SON PATRIMONIO DE NINGÚN GOBIERNO, sino que son la OBLIGACIÓN DE TODOS LOS GOBIERNOS A PRESERVARLA.
    La música está ligada al alma, y ya sabemos…a quien pertenece el alma, Sra. Botella.

    Donde hay música no puede haber cosa mala.

    Miguel de Cervantes Saavedra

    La música es una cosa amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas.

    León Gieco

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  5. Pablo Maestro
    Pablo Maestro Dice:

    La historia de la música:
    «La música nace con el ser humano y está estrechamente relacionada con otros aspectos de la cultura como el desarrollo técnico, la organización económica, las relaciones sociales,…».
    De estos polvos vendrán aquellos lodos.
    Estamos amenazando nuestro crecimiento por decisiones como esta.

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  6. Ignacio Martínez Vaquero
    Ignacio Martínez Vaquero Dice:

    Soy el padre de Sandra, de 10 años de edad y desde los 3 años alumna de la E. M. M. Carmelo Alonso Bernaola del distrito de Fuencarral – El Pardo.

    Suscribo todas y cada una de las palabras de Santiago y el resto.

    Cuando mi hija en su primer año de instrumento, clarinete, que eligió aprender personalmente ella misma, y después de tan sólo 6 clases (3 horas totales, pues eran 2 alumnos por hora) fue propuesta por su profesor para la audición de Navidad, mi sentimiento fue de alegría y orgullo por ella y de admiración por la labor que desarrolla el profesorado de la Escuela. Este curso debería estudiar 3º de instrumento y esa es su ilusión y por lo que ha estado trabajando este verano, pero parece que el Ayuntamiento no considera esencial este servicio y, aunque supuestamente el coste se mantiene, como retira totalmente la subvención, las tasas para los alumnos pasan a ser el 100% de dicho coste, es decir, una subida de casi el 200%.

    La negativa del Ayuntamiento y las empresas adjudicatarias a dialogar con los alumnos, sobre soluciones alternativas al problema económico, me hace pensar que no hay ningún interés por mantener estas escuelas, cuya gestión no debería regirse sólo por motivos económicos sino, principalmente, vocacionales y de servicio público. Si esto no fuera así, ruego a doña Ana Botella que reconsidere la decisión y escuche a las partes implicadas para, entre todos, encontrar un punto de acuerdo que permita el mantenimiento de NUESTRAS Escuelas Municipales de Música. Seguro que habrá suficientes ideas para obtener los recursos de otras partidas que no supongan un perjuicio tan grave y, sobre todo, tan injusto.

    Un saludo.

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