Renuévame por dentro con espíritu firme (Salmo 50) – Miércoles I de Cuaresma

Estoy escuchando la BSO de «Historia de un beso» de J.L. garci. Magnífica pieza que viene al pelo para orar este precioso salmo de cuaresma.

Siento que hay cosas de mi que necesitan ser tocadas por el dedo de Dios, que gritan para ser renovadas, recreadas, redibujadas. Uno solo no puede con todo, ni con todo lo de fuera ni con todo lo de dentro. Hay aspectos que parece que pesan tanto… que llevan ahí tanto tiempo… pero siempre es tiempo de oportunidad.

Hoy elevo esta oración: renueva mi Espíritu.

Un abrazo fraterno

Él te sustentará (Salmo 54)

ENCOMIENDA A DIOS TUS AFANES, ÉL TE SUSTENTARÁ.

Los esfuerzos de una familia como la mía para salir adelante día tras día, en medio de este ruído, son verdaderamente ímprobos. Intentar trabajar en España, buscar trabajo y mantener en el que uno tiene, no es fácil hoy. Empezar a sentir la soga en el cuello de una economía familiar que sufre los efectos de meses de paro y que debe sostener a cinco miembros, es algo no especialmente agradable. Intentar educar a tres hijos para que crezcan sanos física y emocionalmente, con sus deberes y derechos, respetando la individualidad y la obra que Dios hizo en cada uno… es costoso en esta sociedad frívola, consumista y algo enfermiza.

Por eso me complace encontrarme con este Salmo a las puertas de la Cuaresma. Santiago llama al cambio en la primera lectura y el Salmo nos recuerda que Dios está con nosotros, a nuestro lado. Afronto la Cuaresma con ilusión y con el corazón abierto. Y además me he dispuesto a llevar a cabo la iniciativa que mi hermano JF propone en su blog «Preguntarse y buscar». ¿Por qué no te animas?

Un abrazo fraterno

Salmo 36

Estas palabras del salmo de hoy no son para comentar. Son para repetir, para escuchar, para saborear.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará.

Un abrazo fraterno

Protégeme (Salmo 85)

Bonito salmo el de hoy con el que elevo al Señor esta petiicón de protección. Mi vida es frágil y las personas a las que amo también. Protege a mi familia, Padre. Protégenos.

Protege a mis hijos. Cuídalos bien y que ellos se sientan queridos por ti.

Protege a Esther y a sus sueños de cambio.

Protege a mis padres, a mi hermano. Protege a mi comunidad. Que nada nos arrebate del camino de construir tu Reino y dar testimonio de tu amor.

Un abrazo fraterno

Muestra, Dios mío, tu grandeza (Salmo 56)

Hay veces en que uno se abruma ante el pesimismo, desconcierto y deseperación del mundo actual. Es como si Dios decidiera mantener el silencio para ver si somos capaces de arreglar ésto… aunque cada vez parece más difícil.

Hoy mi oración es sencilla: Dios, muestra tu grandeza. Ante los grandes asuntos y desgracias y antes las pequeñas batallas personales de cada día. Muestra tu grandeza. Hay veces que lo necesitamos… ¿O resultará que no nos enteramos? También puede ser…

Un abrazo fraterno

¿Por qué te desentiendes de nosotros? (Salmo 43)

Hoy me he encontrado con esta noticia que me ha llenado de tristeza y pena.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/12/internacional/1326372899.html

Y leo el salmo 43 y veo que muchas veces uno tiene el sentimiento y la sensación de que Dios se ha esfumado. Su silencio ante tanto sufrimiento humano duele y se hace insoportable e indefendible. Hoy, más que nunca, Señor ven en nuestro auxilio.

Un abrazo fraterno

Levanta del polvo al desvalido (Salmo 2)

Tenía que llegar el momento en que nos tocara de cerca esta profunda crisis que estamos soportando. Empiezan a ser graves y acuciantes los casos de conocidos en paro, con muchos problemas para vestir y dar de comer a sus hijos, con riesgo inminente de deshaucio… Un vértigo recorre el cuerpo cuando intentas ponerte en el sitio de estas personas.

Leo el Salmo 2 y descubro una Buena Noticia muy difícil de transmitir a menos de que ese Dios que no abandona al pobre y al necesitado se encarne hoy. Yo tengo que ser ese Jesús que da valor al cobarde, que engorda al hambriento, que saca del abismo al hundido, que devuelve la dignidad al pobre… Si yo no soy las manos de Jesús, su corazón, su cabeza, sus pies… ese Dios esperado no aparecerá.

La llamada es clara. No hay excusa.

Un abrazo fraterno

El Señor protege (Salmo 1) – Adviento en familia 2011 día 13

En aquellos días de mediados del 2000, cuando yo me debatía entre la posibilidad de venirme a Madrid y abandonarlo todo por Esther o quedarme en Coruña y seguir la senda por defecto, este salmo cobró una especial relevancia. Fueron días muy intensos y de mucha oración con muchos encuentros personales con la Palabra. Y este salmo y su categórica promesa de que el Señor protege el camino de los justos fue un auténtico descubrimiento, un acicate para acabarme de decidirme por lanzarme al vacío y jugármela. Los dos caminos…

Mis sentimientos eran sanos y mis motivaciones también. Tenía una intuición que yo interpretaba venida del Espíritu y algo me decía que debía tomar rumbo a Madrid. Pero era tanto lo que dejaba. Tanto querido… Tanto necesario…

Casi doce años después esta Palabra sigue siendo impulso para mi. En Madrid. Con Esther. Con tres hijos maravillosos. Con una comunidad donde vivir la fraternidad y seguir a Jesús. En la Escuela Pía. Con un trabajo que me permite vivir adecuadamente. Con una casa digna y mucha gente que me quiere alrededor. Y echando mucho de menos a mi familia y a mi tierra y a mis amigos de siempre… pero como diría el zorro del Principito: «No hay un mundo perfecto».

Un abrazo fraterno

Teniendo a Dios en medio, no vacila (Sal 45)

Cuando Dios está en medio, no hay que dudar. Eso lo vivo cada día con mi comunidad. Precisamente por eso nuestro esfuerzo mayor es no perder de vista que es Dios quien tiene que estar en medio. Ni nuestras ideas, ni nuestras teorías, ni nuestras apetencias… Siempre oración. Siempre en oración. No sirven las filosofías, ni las charlas dogmáticas o moralistas. No sirven nuestros planes. Sólo Dios en medio.

Cuando aseguramos esto viene la segunda parte: No vacilar. No racionalizar. No medir. No analizar riesgos. Jugársela sabiendo que es Dios quien me empuja.

Un abrazo fraterno