Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Lunes 2º Ciclo B

Que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados.
Sal 78

La invitación a cambiar es una invitación a descansar. Y es que cuando te olvidas de Dios, cuando dejas que el mal, el pecado, el daño… vaya ganando espacio… el agotamiento se hace inmenso. Cansa seguir, cansa apostar, cansa la alegría, cansa intentarlo, cansan las personas, cansas tú mismo. Todo pesa. La vida se hace difícil de llevar. El mundo es demasiado asfixiante.

Vuelve a Dios. Búscale. Dale espacio. Deja que entre, como si fuera oxígeno limpio para tus pulmones destrozados.

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Domingo 2º Ciclo B

Entramos en semana de exámenes para mis alumnos de Bachillerato. Muchos de ellos ya están cansados de una «carrera» que lleva casi un año o que está llegando al final de su segundo curso. Pesan las frustraciones, la desgana, el hartazgo, los fracasos… y, aún así, volverán a intentar sacar lo mejor de ellos para demostrar que quieren luchar hasta el final. El Evangelio de hoy puede ayudar (Mc 9, 2-10):

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

La transfiguración. Pasaje complejo que nos muestra de manera preciosa la pedagogía de Dios y el conocimiento que tiene de lo que necesitamos los hombres: necesitamos «tocar con los dedos» el éxito para futuro para aguantar un poquito el sufrimiento que nos va a llevar conseguirlo. Es como si Dios hiciera un «spoiler» de lo que vendrá: «Mirad, chavales, lo que va a venir en los próximos días va a ser heavy. Vais a ver a Jesús sufrir, ser entregado, humillado, crucificado… Vosotros mismos lo abandonaréis y todo parecerá un mal sueño. Sentiréis la tentación de abandonar porque todo habrá dejado de tener sentido pero… ese no será el final. El final es este…». Os dejo tres pistas:

  • «Al final, se gana» – Ese es el spoiler. La vida vence a la muerte. Cristo triunfa. El Bien triunfa. La Luz gana. Gana el Amor. Siempre. Porque Cristo es el Hijo de Dios. Porque el Amor destruye el Mal. Necesitamos saberlo. Porque es importante que tengas los ojos fijos en el horizonte. Porque hay que vivir el presente, claro que sí, pero necesitamos mirar adelante de vez en cuando, tener vivos los sueños, las promesas, las aspiraciones, lo que Dios va hacer con tu vida entregada. Necesitas tocar un poquito de «cielo» para anhelarlo, desearlo… Lo tienes cerca.
  • «Antes del final, la cruz» – El sufrimiento forma parte del camino. Construir tu vida, entregarla, darle forma, ser fiel a tus principios y a tu vocación, conseguir tus sueños, ponerte al servicio de Dios… no es un camino de rosas. Va a llegar, ya lo hace, la cruz, la incomprensión, el sinsentido, el desaliento, el fracaso, la duda, el agotamiento, el dolor… Jesús pasó por ahí. Y te anima a vivirlo con amor. Con dolor, sí, pero con amor. Ya sabes… Dios está contigo en la oscuridad hasta que vuelva la luz.
  • «No te acomodes» – Qué fácil es adaptarlo todo para quedarnos sólo con lo que nos hace sentir bien. Qué tentación tan grande querer llegar al final evitándonos lo difícil. Qué fácil querer llegar a unos estudios, a un buen trabajo, a una feliz vida de pareja y familiar, a sentirme bien ayudando a otros… pero evitando los malos rollos, los instantes complejos, los sinsabores, los enfados, las decepciones, la tristeza… Tentación muy humana: la tuvo Pedro así que tú también la tendrás. Véncela. Esto no va de estar a gustito.

Ya lo ves. Dios les hizo un spoiler a aquellos tres apóstoles que pudieron ver con nitidez a Jesús-Hijo de Dios. Pero una vez se lo enseñó… los devolvió a la realidad. Los días de pasión estaban a punto de llegar. Ojalá su fe resistiera.

Un abrazo fraterno

Santi Casanova

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Sábado 1º Ciclo B

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles?
Mt 5,43-48

Seguimos con el prójimo, pero subimos la apuesta. No se trata de amar «a los nuestros» sino a los enemigos, a aquellos que nos odian, nos persiguen, nos envidian, nos traicionan… Se trata de querer a las personas que te han hecho daño y que siguen haciéndotelo. Suena a locura.

Pero esta locura es el Evangelio de Cristo. Yo estoy lejos, Señor. Sólo puedo mirarte a Ti y pedir que me hagas capaz de esto.

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Viernes 1º Ciclo B

Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Mt 5,20-26

¿El hermano pesa más que el altar? Parece que Jesús prioriza el amor y la reconciliación con el prójimo que las obligaciones religiosas. Para Jesús la relación con Dios pasa inexorablemente por el hermano. Y esa es la parte de «limosna» que nos toca para esta Cuaresma.

¿Ya has pensado con qué hermanos y hermanas, con qué personas, no estás de buenas? ¿Con quién hay enfrentamiento? ¿Qué ofensas has hecho? ¿Qué cosas no te han perdonado o no hay perdonado?

Es el momento de ir y restaurar lo roto. Te lo pide el Señor.

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Jueves 1º Ciclo B

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Mt 7,7-12

No es fácil vivir correctamente lo que nos dice hoy la Palabra. Seguro que alguna vez te has sentido decepcionado al entender que le habías pedido a Dios alguna cosa y… no sucedió. Le pedimos que se cure el abuelo, que no se muera mi amigo, que me ayude con las notas, que me llegue un trabajo… Pero muchas veces se lo pedimos como esto de creer fuera un truco de magia. Y Dios no es una malabarista de deseos.

Por eso, es bueno buscar, pedir, acudir a Él y pedirle lo que haga falta pero siempre apostillando «pero que sea haga tu voluntad y no la mía». Y vive en paz lo que te llegue. Al menos sabes que Él estará viviéndolo a tu lado.

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Miércoles 1º Ciclo B

El Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla.
Jn 3,1-10

Cierto es que la Cuaresma es un tiempo para mirarte más, para ir hacia adentro, para poner tu vida delante de Dios y cambiar pero… ¡también es un tiempo de mirar afuera y descubrir el mundo herido que te rodea! Palestina, Ucrania, tantos lugares en guerra, tantos abortos, tantos robos y corrupción, tantos enfermos sin solución, tanto derroche y tanta hambre, la situación del campo, los casos de bullying y abusos… Dios te anima a que ejerzas de profeta, a que salgas también de la postura cómoda y eleves un poco la voz, denuncies lo injusto.

¿Te cuesta? ¿Te da miedo? ¿Piensas que no va a valer de nada? Dios te necesita aquí para que seas su voz, sus manos, sus pies… ¿Cómo olvidarte de una humanidad tan sufriente? Ponte en marcha y anuncia el mensaje. Él te dará las palabras… y las fuerzas.

 

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Martes 1º Ciclo B

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Sal 33

A veces gritamos poco pensando que nadie nos oye. O le gritamos a quién no le toca pagar los platos rotos de nuestras frustraciones. Dios está acostumbrado a oír gritos, lamentos, quejas… así que no tengas problema con eso. Gritar es mostrar que uno ya no puede más, que está al límite, que no es capaz de controlarse y poner buena cara. Tu grito habla de tu hambre, de tu sed, de lo que necesitas. ¿Cuál es tu grito?

Hoy la Palabra te recuerda que no hay grito que pase desapercibido ante Dios. Él escucha y está cerca. Esto tenlo por seguro. Eres escuchado y eres acompañado, acompañada. No hace falta que disimules. Recuerda: La Cuaresma es el tiempo de la verdad. No le cuentes historias, no intentes quedar bien o hacer como que no pasa nada. Grita desde tu ser. Él escucha.

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Lunes 1º Ciclo B

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
Sal 18

Piensas que todo lo que viene de Dios y de la Iglesia es algo «contra» ti, algo que limita, que priva, que corrige, que prohíbe… y vives con tensión alguno de los mandatos del Señor. Pero eso es porque no has experimentado de verdad la libertad que supone vivir según Dios, la confianza y la paz que se vive alejado de las esclavitudes de tu entorno, de tu mundo. ¿O es que te crees que eres libre y que Dios te quiere esclavo? Es justo al revés.

Dios te ama y sólo desea que viva en plenitud. No le gusta que te conformes con migajas…

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Domingo 1º Ciclo B

Con esto del cambio climático, vamos entendiendo mejor lo que significa que la sequía llegue a nuestras vidas, que la desertización acabe con nuestros campos y nuestros bosques, que el calor nos asfixie y acabe con los más vulnerables. El desierto es pobreza, hambre, muerte. Por eso cuando leemos el evangelio de hoy debemos de intentar entender qué es el desierto para una vida como la de Jesús, como la tuya o la mía. Lee Mc 1,12-15:

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Dios no es desierto. Dios no es tentación. Pero sí parece que, al menos, permite que Jesús se enfrente a ese vacío, a esa soledad, a ese silencio. Tú y yo, lo mismo. Si no llegado, llegará. El desierto es un paraje que toda vida atraviesa. Lo atraviesa tu matrimonio, lo atraviesa tu ser sacerdote, lo atraviesa tu fe, lo atraviesa tu realidad laboral, lo atraviesa tu amistad con éste o aquél, lo atraviesas tú mismo, sin más… Es el momento en el que pierdes referencias, el momento en el que te sientes perdida y agotada, es el momento en el que te sientes solo, es el momento en el que te sientes desprotegido, a la intemperie, es el momento en el que no encuentras sentido a mucho de lo que te ha tocado vivir. Tres pistas para hoy:

  • «Hay que prepararse» – 40 días duró el diluvio con Noé. 40 años vagó el pueblo de Israel por el desierto. 40 días estuvo Jesús solo, siendo tentado. 40 parece significar algo: cambio, purificación, conversión… sobre todo en lo que se refiere a la relación con Dios. Difícilmente lo vemos así cuando nos toca vivirlo. Querríamos evitarlo a toda costa pero posiblemente, si miramos atrás, podremos comprobar que esas épocas de dificultad han sacado de nosotros aspectos que ni imaginábamos. La prueba que permite Dios no es para hundirte sino para pulirte.
  • «La tentación» – Normalmente llega en los momentos de desolación. Cuanto más solos nos sentimos, cuanto más abandonados por Dios, cuanto más fracasados, culpables, hambrientos y vencidos estamos. Porque la tentación busca justificación. Porque el tentador tiene que tener algo que ofrecer cuanto más desesperado estás, cuanta mayor es tu desconfianza. Y te va a buscar allí donde eres más débil. Aprender a reconocer la tentación es importante: saber distinguir la voz de aquel que pretende hacerte creer que no estás a la altura, que eres digno, que Dios no te merece.
  • «El Reino está cerca» – Dios no quiere que te conviertas para amarte. Dios ya te ama. Con todo. Sin reproches. Convertirse es justamente darse cuenta de este amor y responder. ¿Tú eres consciente de lo mucho que te quiere Dios? En esta pregunta te juegas toda tu Cuaresma, tu vida.

Comienza la primera semana de Cuaresma. Todo te lo juegas en el amor. Tal vez tu mayor propósito cuaresmal es intentar descubrir los gestos de Dios contigo, las huellas de su cariño, las caricias cotidianas. Esto es lo único que transformará tu existencia. Saberte amado, saberte amada. No andamos sobrados en el amor, ni tú ni yo. A por ello.

Un abrazo fraterno

Santi Casanova

 

Evangelio para jóvenes – #Cuaresma2024 – Sábado después de Ceniza

Esto dice el Señor:
«Cuando alejes de ti la opresión,
el dedo acusador y la calumnia,
cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo
y sacies al alma afligida,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad como el mediodía.
El Señor te guiará siempre,
hartará tu alma en tierra abrasada,
dará vigor a tus huesos.
Serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas que no engañan.
Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas,
volverás a levantar los cimientos de otros tiempos;
te llamarán “reparador de brechas”,
“restaurador de senderos”,
para hacer habitable el país.
Is 58, 9b-14

Así a primeras, apostar por Dios y por una vida según Dios es apostar al caballo perdedor. Tú lo piensas y yo, a veces, también. Hay otras opciones, otros planes, mucho más atractivas. Hay una manera de vivir la vida más divertida, placentera y, por tanto, más aceptada también. Parece mejor salir, bailar, ir de compras y cenar fuera que dedicar la tarde de un sábado a servir en un comedor social o en una residencia de ancianos. Parece mejor dedicar la mañana del domingo a correr, ir de excursión, disfrutar del descanso merecido… que ir a misa y aguantar un rito que no entiendo entre personas que no conozco. Parece mejor el sexo desenfadado y las relaciones sin compromiso que construir algo serio y costoso con una persona. Parece mejor pensar lo que tú quieres y necesitas para estudiar y ascender y ganar dinero, que preguntarse lo que el mundo necesita y qué puedes aportar tú.

El Señor te propone apostar por algo arriesgado y que, aparentemente, no brilla tanto en este mundo de filtros . Es una apuesta arriesgada pero auténtica. Es una apuesta en la que Él te garantiza que no estarás solo, sola. Es una apuesta en la que Él te promete brillar, ser feliz, ser útil, sentirte pleno.

Puedes dar el giro. Puedes cambiar de vida. ¿Por qué no fiarte si, total, sigues sintiendo ese vacío que te atormenta?