#Narraluz 48

48

El aire sopla y a mi me gusta. No me molestan los días ventosos. A ti sí. Sientes que todo lo que eres va a desaparecer al tomar la curva…

No tengas miedo. Cree en ti. Eres más fuerte de lo que crees, más valiente, más capaz… Siempre habrá días ventosos, nubes negras, tormentas temerarias y huracanes destructivos. Nada pueden con aquellos que saben cuán largas son sus raíces, cuán fuertes sus brazos, cuán grande su corazón y cuán poderoso su guardián. Y si no lo sabes… pregunta dónde está el refugio más cercano y déjate proteger mientras sea necesario.

#Narraluz 47

47
Hay veces que tendrás más cuerda y otras menos. Hay días en los que sentirás, incluso, una aparente sensación de libertad. Pero entonces llegará el tirón en el cuello y despertarás del sueño. Estás atado a toda esa basura de la que me hablas. Eres un auténtico desgraciado y, lo triste, es que no te das cuenta. Has decidido rendir pleitesía al señor oscuro y ahora empiezas a pagarle tributo.

¡Despierta! ¡Conviértete! Pide ayuda o acabarás pensando que la vida son las cuatro baldosas de mierda de tu alrededor.

#Narraluz 46

46

– España se nos va de las manos…

– Eso decía mi bisabuelo y aquí estamos…

#Narraluz 45

45
Tenéis que decidiros. Si estáis dispuestos a empezar un camino juntos, tenéis que elegir el calzado adecuado. Pensad que muchas parejas se rompen a medio camino por esta causa…

Ambos debéis llevar zapato cómodo. El tacón no es bueno para grandes distancias. Acaba haciendo daño o rompiéndose en el trayecto. No pongáis pues el acento en lo elegante, en lo glamuroso, en lo chic… Zapato cómodo, que los dos os sintáis a gusto en la travesía. Ya el camino es largo y duro como para tener que afrontarlo con ampollas y rozaduras desde el comienzo.

Y que sea flexible, de buena suela, bien curtido y sin defectos en sus costuras. Lo importante es que dure. Luego, que sea amarillo o rojo, liso o con estampados, moderno o clásico… ya da un poco igual. Ahí cada uno elegid lo que más os guste.

Un camino puede ser apasionante pero hay que saber andarlo.

#Narraluz 44

44

– ¿No te cansa estar continuamente aprendiendo?

– La verdad es que no. Aprender es mejor que un café cargado por la mañana. Hace que me sienta vivo, que sienta que aún queda camino por recorrer, que no puedo bajar los brazos…

– Buff… ¿Y la tranquilidad de saber que ya has llegado, de sentirte seguro, de reposar en lo que ya has hecho?

– Yo no quiero reposar… ¡Y menos vivir seguro! La vida es novedad, cambio, movimiento, emoción, imprevisto. Cuando algo se para, se muere.

#Narraluz 43

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La vida para ti es un gran cabaret y tú uno de sus principales protagonistas. Sólo sabes vivir provocando, transgrediendo, pisando charcos. Sin reservas, sin vergüenza, como si no hubiera mañana. Me miras y me digo que tampoco está tan mal eso de zambullirse en una comedia esperpéntica de desenlace imprevisible. Pero tengo una pregunta: Cuando se baja el telón y se apagan las luces… ¿quién eres?

#Narraluz 42

42

Son las 3 AM y mi cabeza no deja de dar vueltas. Estoy solo, en una silla de la sala de espera del paritorio, esperando. Llevo siendo padre nueve meses pero hoy es la primera vez que nos vamos a ver las caras. Ella está dentro, fuerte como siempre. No sé nada desde hace 5 minutos e intento calmar mis nervios. Muy difícil. No es preocupación sino la necesidad de vivir este momento con la intensidad que se merece.

Las circunstancias han querido que no pueda acompañarla y, por un lado, doy gracias por ello. Esta soledad es dura pero ¡tan necesaria! Están siendo minutos de una profundidad indescriptible, de un encuentro profundo conmigo y con el mismo Dios que hoy, de nuevo, se hace carne y habitará entre nosotros.

Ya se oyen lloros. Ya está aquí. Trago saliva. La intensidad ahoga a la ligera alegría. Es profundo, mucho más profundo. Adentro. Mucho más adentro. Me siento el hombre más bendecido y amado del mundo.

#Narraluz 41

narraluz 41
Nos encontramos al final del camino, casi llegando ya. Ambos ancianos, débiles, gastados, con poco que ofrecer por lo mucho que habíamos dado ya. Pero nos encontramos y hemos descubierto en el otro el mejor de los compañeros para este tramo definitivo.

Muchos dicen que lo nuestro no es amor… y les comprendo. Es tan fácil opinar de todo cuando uno se siente fuerte, con ganas, con todo por delante… No voy a ser yo quién les discuta. Sólo sé que me levanto feliz a su lado, contento de poder hacerle la vida más luminosa, de acompañar con mi flaqueza, la suya, de planear llegar al paraíso de la mano de alguien.

 

#Narraluz 40

40

– No soporto la calurosa madurez de agosto.

– ¿No será que te estás haciendo mayor?

– ¿Mayor? ¿Yo? Yo seré siempre joven…

– Presiento que el verano se te va a hacer muuuuuuuy largo…

#Narraluz 39

narraluz 39

Cuando S. Pedro me abrió las puertas ya era tarde. Aunque en el cielo no existe el tiempo, tuve la sensación de que me estaban esperando.

Detrás de aquellas puertas estrechas se abrió ante mi una avenida de anchura desmesurada, fácil de recorrer. Era una avenida recta, sobria pero alegre en sus detalles, llena de flores, jardines y enmarcada por largas hileras de viviendas, cada una de un color y comunicadas unas con otras. Daba la sensación de ser una gran y única casa en la que todos los habitantes compartían lo que les quedaba de vida eterna.

De pronto, una música empezó a sonar y decenas, ¡cientos!, ¡miles! de niños empezaron a salir de las casas. Cada uno llevaba una camiseta del mismo color que la vivienda de donde salían y cada camiseta llevaba el que, presupuse, era su nombre. Distinguí a Ignacio, a la pequeña santa de Lisieux, al espigado Calasanz, a Karol… Luego reconocí a un grupo en el que me pude reconocer también a mi… ¡mi padre! ¡mamá! ¡abuelos! Vi a Francisco con sus animales, a Teresa, a Pablito de Tarso, a Isidro vestido de chulapo…

El cielo era, sin duda, mejor de lo que me había imaginado. Una sinfonía de colores. Un patio de juegos. Una ciudad eterna habitada por los niños que un día fuimos.