MR 102

Llegará. Siempre llega. Más antes que después, ya lo verás.

Hoy no sabes quién será el afortunado. No lo conoces. ¿O sí? Ni idea. No tienes ni idea de su color de piel, ni de la ternura de su boca, ni de la pasión de su mirada. Ni idea. Pero habrá un afortunado. Siempre lo hay.

Puede que venga apadrinado por la luna o, tal vez, lo traerá la plena luz del día. Puede que suceda a la orilla de una playa solitaria o en el fragor de una discoteca abarrotada de desconocidos. Eso os traerá sin cuidado. Cuando sucede, siempre lo hace en el escenario idóneo, en el momento justo… Siempre es así.

Cuando beses por primera vez, hija, tal vez no me lo cuentes. Tal vez lo adivine. Tal vez lo daré por supuesto. Cuando beses por primera vez, hija, sentirás que el mundo se pone a tus pies y que el universo entero cabe en ese beso. Serás feliz. Y yo contigo.

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