No he venido a abolir sino a dar plenitud (Mt 5, 17-19)

Dar plenitud… Dar plenitud… Se me hace la boca agua sólo de pronunciarlo Padre…

No vienes a cambiarme. No vienes a abolir mi manera de ser. No vienes a abolir mi yo.

Vienes a darme plenitud. Vienes a hacerme plenamente feliz. Vienes a llenar mi vida. Vienes a dar un sentido a mi existencia. Vienes a sacar de mi todo lo bueno que soy. Vienes a cogerme y subirme al cielo. Vienes a darme, a llenarme de dones y posibilidades. Vienes a susurrarme al oido que crees en mi. Vienes a recordarme que cuentas conmigo.

Un abrazo fraterno

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