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Más amantes que expertos (Lc 6,27-38)

Importa más amar a los demás que saber mucho. Eso es lo que nos dice S. Pablo hoy. Brutal afirmación. Tal vez por muy oída, ya no la interiorizamos. Menos hoy. Nos hemos olvidado de esto en una sociedad que nos exige notas, éxitos, títulos, triunfos, cargos… donde lo que importa es lo útil que puedas ser al sistema para seguir produciendo beneficios.

Para los que nos dedicamos a la educación, para los que somos padres y madres, para los que acompañamos personas, para los pastores y demás, ¡qué importante es tener esto claro! Primero, para relajarnos en nuestra labor. Porque lo mejor que podemos dar al otro es nuestro amor, nuestro cariño. Segundo, para ser capaces de no exigir al otro algo más importante que su bondad, su buen corazón.

Hoy mismo tenía una conversación con mi mujer al respecto. Mirando a nuestros hijos a veces nos damos cuenta de que les exigimos orden y estudio y colaborar en cosa y no contestar y buenas notas y… A veces olvidamos que lo importante es lo que son, su propio tesoro. A veces olvidamos su belleza interior y nos dejamos llevar por lo operativo, por lo disciplinario, que, sin duda, tiene su importancia, pero que no puede ensombrecer aquello que es más relevante.

Más amor que conocimiento, por favor. Más amantes que expertos.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Dignos de vuestra vocación (2Ts 1, 1-5.11b-12)

Hoy celebramos la festividad de José de Calasanz. Hoy es día de fiesta para todos aquellos que pertenecemos a las Escuelas Pías y que sentimos que Dios nos llama a construir Reino educando a niños y jóvenes.

Y me ha llamado poderosísimamente la atención la frase que aparece en la primera lectura de hoy. Me parece fuerte. Ser digno de la vocación recibida. La vocación en una llamada de Dios. Dios, que ha dejado la creación inacabada. Es una llamada personal, un SMS convocándote y movilizándote. Dios invierte dones, amor, medios, personas y signos para que uno llegue a responder a esa vocación de manera adecuada y se consigan los frutos deseados. Así que el tema es serio.

Tal vez la dignidad consiste en ESTAR DISPONIBLE, SER CONOCEDOR DE LA LLAMADA, APROVECHAR LOS DONES RECIBIDOS Y ORIENTAR LA VIDA EN CONSECUENCIA.

En un día como el de hoy se remueve mi vocación como educador y se me remueve ese «ser digno» que expresa la Palabra. Sin duda a veces la vida es más complicada pero lo que tampoco tiene duda es que debo valorar más esa dignidad, fortalecer mi voluntad y, de una vez por todas, poder decidir mi vida orientada a la educación.

Que el Señor me ayude y Calasanz me ilumine.

Un abrazo fraterno