Entradas

¡¿Los últimos?! ¡Venga hombre! (Mc 9,30-37)

¡¿El último?! Se ha vuelto loco. ¡¿Esa es la propuesta?! ¡¿Ser el último?!

¿El último en mi familia? ¿El último en pedir? ¿El último en servirse? ¿El último en sentarse? ¿El último en quien pensar? ¿El último?

¿El último en mi trabajo? ¿El último en importancia? ¿El último en reconocimiento? ¿El último en pedir? ¿El último en mandar? ¿El último es desfallecer? ¿El último en quejarse?

¿El último en mi comunidad? ¿El último en la parroquia? ¿El último en la asociación?

Sencillamente una locura, esta propuesta de vida de Jesús. Ser pequeños. Ser servidores. Ser después que otros sean. Ser para ellos. Ser para Él.

¡Cómo me cuesta Señor! ¡Cómo me cuesta ser el último! ¡Ayúdame!

Un abrazo fraterno

Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto (Dt 10,12-22)

Desde luego la frase tiene miga, sobre todo en esta época en la que España está muy poblada de inmigrantes que han venido a nuestro lado para encontrar más oportunidades que en su lugar de origen.

Todos somos forasteros en algún sitio. Todos hemos emigrado. Todos hemos caminado y todos hemos abandonado algo para llegar a otro lugar. Todos nos hemos dejado para encontrarnos nuevos más adelante. Todos fuimos y somos esclavos en algún Egipto particular. Todos nos sentimos prisioneros de algo, despreciados por algo, apartados por alguien…

Por todo eso, hay que amar al que está en camino, al que llega a nosotros, al que se nos presenta necesitado, al esclavo que quiere escapar de su situación, al nuevo, al que no conoce lo nuestro, al que se acerca a la fe y a la Iglesia sólo con sus sandalias polvorientas. No miremos por encima del hombro ni neguemos nuestra condición.

Un abrazo fraterno

emigrantes

Condición de esclavo (Fl 2, 5-11)

Cuando uno se convierte en esclavo deja de disponer de sí mismo libremente. Hay algo o alguien por encima de él que le «gobierna».  Y en esto radica el misterio de la libertad: DIOS NOS LLAMA A SER LIBRES HACIÉNDONOS ESCLAVOS. Tiene memoles el asunto. No voy a ser yo quién intente explicarlo porque bastante tengo con creérmelo y con vivirlo.

La libertad sólo es auténtica cuando se gasta, cuando se entrega. Sólo es libre quien conscientemente deja de serlo. Lo de esclavo suena fuerte, muy fuerte. Pero es esa palabra y no otra la elegida.

Un abrazo fraterno

esclavo_med