Entradas

No pretendo grandezas (Sal 130)

Creo que, a veces, yo sí que pretendo grandezas. Vivo la vida de forma épica. Lo he dicho muchas veces. Por eso vibro con las películas que tienen una BSO estilo Gladiator y en las que, al final, los buenos vencen al mal gracias a su fortaleza, su resistencia, su confianza, su valentía. Yo quiero pasar a la historia de muchos. Quiero que me recuerden. Quiero que me quieran. Quiero gustar, entusiasmar, sorprender continuamente. Quiero que mi nombre sea conocido. Por eso mi perfección. Por eso mi tocar mil y una puertas, Señor. ¿No será sólo eso? ¿Aires de grandeza? ¿Y si todo lo que hago es por mí, y sólo por mí?

Leo este salmo y me da congoja pensar que mi corazón sólo anide altanería, soberbia, arrogancia. A veces me descubro así y otras, me descubro en camino hacia un Santi mucho más pequeño, frágil, limitado, humilde y sencillo. Necesito tu ayuda Señor, para no pararme en este viaje hacia la insignificante santidad, hacia el reinado del grano de trigo.

Perdóname Señor por no poder todavía entonar este salmo desde la verdad de mi vida. Espero algún día poderlo rezar en paz.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Ser pequeño (Mc 10,32-45)

Esto va de ser pequeño.

«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor;
y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan,
sino para servir y dar su vida en rescate por todos.

Es el milagro de la pequeñez. La fuerza poderosa del que prefiere ponerse al servicio que ser importante.

Ser pequeño no es ser mediocre.
Ser pequeño no es ser inculto.
Ser pequeño no es ser conformista.
Ser pequeño no es ser débil.
Ser pequeño no es ser tonto.
Ser pequeño no es ser irresponsable.
Ser pequeño no es ser ingenuo.
Ser pequeño no es ser esclavo.

La pequeñez de Jesús radica en la grandeza del que, haciendo la voluntad de Dios, se despoja de todo y decide libremente gastar su vida en beneficio del prójimo.

La salvación del mundo sigue siendo de los pequeños, de aquellos que con sus heroicos actos de amor salvan a la humanidad cada día sin ser conocidos por nadie. En ellos radica el secreto de que esto siga adelante.

Un abrazo fraterno – @scasanovam