Entradas

Perecían por sus culpas (Sal 105)

Es verdad que la imagen de Dios del AT es, muchas veces, un tanto alejada de la que luego Cristo nos trajo con su vida. También la sociedad era otra, el pueblo otro, otros los que escribieron los libros y otra la manera de percibir a la divinidad. Las lecturas de hoy nos presentan no sólo a un Dios celoso sino vengativo y justiciero (que no justo) con aquellos que deciden no adorarle sólo a Él.

Mi lectura de la Palabra de hoy es un tanto más personal. No creo que Dios me envíe maleficios y me haga budú cuando me separo de Él pero sí creo que cuando mi fe se destensa, cuando me alejo del Padre, cuando abandono mi centro y ya no me muevo por aquello que me vivifica… las cosas empiezan a salir mal. No es Dios que se esté vengando sino una consecuencia lógica de plantear la vida desde unos parámetros que son la antítesis de aquellos que un día descubrí que me hacían feliz.

Por eso me quedo con estas palabras del Salmo: perecían por SUS culpas. No es Dios quien nos condena sino que todo es consecuencia de nuestros actos.

Un abrazo fraterno