Entradas

#Curso2021 – Toda opinión no es respetable

08:15 Después de un puente hermoso, en el que hemos podido descansar, volvemos a la carga. El curso va avanzando y a algunos alumnos y alumnas se les nota el tiempo «de paro» del confinamiento de marzo a mayo. Está costando arrancar, y estudiar, y memorizar, y explicar, y estar al tanto de las tareas. Pero estamos llegando ya a velocidad de crucero…

09:30 Hoy explicaba en clase que mi objetivo, como educador, es ayudarles a crecer. El mundo que les espera ahí afuera, cuando salgan del cole, tiene sus normas, sus códigos, y conviene estar preparados. No siempre hay oportunidades infinitas para todo. Hay que ser responsables o asumir las consecuencias de mis dejadeces.

11:30 La limpieza del aula de informática está más que automatizada. Lo que parecía que iba a ser un mundo, al comenzar, no pasa ya de una rutina molesta pero que ya está incorporada en la vida de los profes y los chicos. Ole.

12:00 Les he puesto el audio de una llamada real que encontré en el twitter del Dr. Marcos. Una madre que se niega a que su hijo se haga una PCR y acusa a los médicos de inventarse la pandemia, de matar gente con las vacunas y de abocar al país a la miseria. «Es su opinión» me dice un alumno. Pero no, no toda opinión es respetable. Hay opiniones fake que conviene combatir.

12:15 La clase de Matemáticas es divertida. Me lo paso bomba con los chicos y chicas. Hoy tocaba repasar potencias. Las habían olvidado prácticamente. Pero se nota que el aprendizaje de verdad no se pierde. Aprietas un poco y todo vuelve a la luz.

Familias: nunca caducas, ¡siempre nuevas!

Jesús siempre trae novedad. Siempre. Aunque uno sea ya una persona de edad, aunque uno lleve siendo creyente desde hace tiempo, aunque uno sea un profesor desde hace más de 30 años, aunque el matrimonio celebre sus bodas de plata… Si se mira a Jesús, siempre estamos llamados a cambiar, a hacernos nuevos.

Las familias no podemos quedarnos al margen de esta realidad. Como familia estamos llamados a no anquilosarnos, a no caer en las rutinas que nos conducen a la comodidad espiritual, afectiva y emocional. Sí, crecemos juntos, somos los mismos, pero cada día nos presentamos como familia ante el mundo y estamos llamados a actualizar nuestro testimonio y a responder a todo lo que se presenta ante nuestros ojos. Estamos llamados a estar atentos a lo que pasa dentro y a lo que pasa fuera y siempre con la intención de cambiar aquello que no sirve para amarnos mejor dentro y que no sirve para amar mejor fuera.

«Hacerse nuevo» no está exento de dificultades. Hacerse nuevo conlleva, por lo de pronto, ser capaz de descubrir y aceptar todo aquello que ya se nos ha quedado caduco, que se llenado de sombra, de moho, todo aquello que ha perdido el sabor… No es fácil aceptarlo. Y una vez descubierto y aceptado… hay que deshacerse de ello. No se puede crear algo nuevo «sumando», «añadiendo»… sino más bien podando, limpiando, vaciando, quemando… ¡Hay que hacer sitio!

Yo estoy manos a la obra. ¿Y tú? ¿Te atreves?

Un abrazo fraterno