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Por tu palabra, echaré las redes (Lc 5, 1-11)

Termina el Evangelio de hoy diciendo que aquellos pescadores lo dejaron todo y se dispusieron a seguir a Jesús. Es algo que impacta y llama la atención, sin duda. A uno le gustaría tener esa decisión. Pero hoy me gustaría hacer que mi oración girase con algo que sucede antes de ese «dejar».

Cuando Jesús le pide a Pedro que lleve la barca mar adentro y eche las redes de nuevo le está pidiendo algo que carece de sentido humano. Pedro es pescador experimentado, Jesús no. Pedro acababa de llegar de faenar toda la noche. Lo De Jesús parece un farol propio de quién pretende saber sobre lo que no tiene ni idea. Pero Pedro… lo hace. Es tal vez esta actitud la clave del seguimiento. Puede que luego sea más fácil seguirle cuando ya has tenido muestras de su «poder» pero al comienzo, cuando la propuesta no está llena de mucha lógica… hay que ser tremendamente humilde y tremendamente «loco» para llevar a cabo lo que Jesús propone.

Nosotros nos cargamos de razonamientos y seguridades y pretendemos darle a todo ese cariz de lógica humana que, muchas veces, echa por tierra aquello que Jesús nos propone para darnos el empujón definitivo. Debo ser humilde y reconocer que, con Él, se puede obrar el milagro.

Un abrazo fraterno