Dará a luz un hijo (Mateo 1, 18-23)

El otro día fui con los niños de visita al Palacio Real aprovechando que todos estamos de vacaciones. Les gustó, sobre todo la armería 🙂

Lo que uno descubre cuando visita un lugar donde hay obras de arte pictóricas es que el episodio de la Anunciación es uno de los más retratados por los pintores del mundo durante toda la historia. Debemos suponer que es un momento que siempre ha sido interpretado por todos como clave en la Historia de la Humanidad.

Es un momento de intimidad y, pese al sí de María, posiblemente de vértigo ante la petición que se le acababa de hacer. De vértigo e incertidumbre, de algo de miedo también posiblemente. María era una jovencita como cualquier otra y debemos suponer que experimentaría emociones y sentimientos similares al resto de las personas ante una misión tan grande. Por eso su SÍ a Dios es un ejemplo para las personas de fe que venimos después. Porque no se deja paralizar, porque se fía del Padre y porque, lo más importante, decide ser vehículo para la presencia de Dios entre los hombres.

¿No es esto lo que se nos sigue pidiendo hoy?

Un abrazo fraterno

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