Dilo de palabra, y mi criado quedará sano (Lc 7, 1-10)

Los lunes es cuando se reune mi comunidad. Por eso, mi post de los lunes no puede ser únicamente aquello que, en un principio, yo saqué de la Palabra del día sino del compartir comunitario de la oración. Es una experiencia difícil de explicar mientras no se vive. Siempre, comparta lo que se comparta, es una oración plena.

Hoy me quedo con lo rezado en comunidad, con lo descubierto por boca de un hermano. Este pasaje del Evangelio es clave para entender muchas cosas; Jesús lo hace clave: para la salvación da igual la religión (no importa la procedencia, ni los ritos, etc.) y da igual la conducta moral (importa poco la lista de obras buenas o malas que hayamos hecho… de poco le importa a Jesús que el centruión hubiera ayudado al pueblo judío con la sinagoga). La salvación viene por la fe. Por la fe en Jesús de Nazaret, en un Dios que libera, que da vista a los ciegos, oído a los sordos… en un Dios que no se encierra en conceptos, definiciones, espacios, normas… en un Dios que cambia lo profundo, que busca lo profundo…

Un abrazo fraterno

jesus_centurion.jpg

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *