Instigada por su madre (Mateo 14, 1-12)

Hay relaciones dañinas que nos empujan a ir por un camino alejado de Dios. Y no tienen que ser relaciones con personas lejanas o medio extrañas. Son relaciones que nos absorben, que aniquilan nuestra libertad, que sacan lo peor de nosotros, que nos manipulan y nos manejan… A veces están disfrazadas de amor pero, evidentemente, no hay amor si no hay libertad.

Herodías es un claro ejemplo de alguien que se deja anular, de alguien que necesita algo y que, para conseguirlo, se vende a la sed de venganza de su propia madre.

Herodías es lo que no quiere Dios para nadie. Dios nos quiere libres, aún para rechazarle o negarle, más que maniatados y mediocres.

Un abrazo fraterno

 

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