¿Mirar atrás? No vale… (Lucas 9, 57-62)

Es la espiral del «ahora no es el mejor momento». Conozco unas cuantas personas que funcionan desde aquí. Personas a las que nunca les viene bien asumir compromisos porque están estudiando. Otros no se casan porque laboralmente nunca es el momento. Otros no tienen hijos porque el momento presente está lleno de incertidumbre, de inseguridad. Y así, hasta el infinito.

Jesús se muestra en este tema muy firme. Quién no está dispuesto a «dejar» para unirse a Él, no vale para construir el Reino. No valen las palabras ni los deseos. No valen las frases bonitas, las emociones, las lágrimas… Si hay cosas que te atan lo suficientemente como para no abandonarlas… es que el Señor no es el centro de tu vida.

Recuerdo haber tenido hace un poco una conversación con una persona muy sabia, religiosa. Acudí a ella en un momento de confusión tremenda y necesitaba sacarlo afuera, hablarlo, que me escucharan y me iluminaran. Quedé impactado por su clarividencia: Jesús es el centro, lo primero. Nada pasa por encima. Ni los hijos, ni el matrimonio, ni el trabajo, ni la comunidad… Toda decisión debe situar a Jesús en el centro, en primera línea. Me conmocionó su respuesta.

Mirar atrás no vale. Ni a otro lado. Ni poner excusas. O sí o no. Así de fácil. Así de duro.

Un abrazo fraterno

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