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Una oración distinta pero llena de Dios

Aacabo de llegar a casa de mis padres, en Coruña. Estoy aquí trabajando y estoy sólo con mi hermano. En Coruña, el mes de agosto es un mes de fiestas y aunque me encantaría estar al lado de mi mujer y mis hijos considero que no podemos perder un minuto en lamentaciones y que cada segundo que Dios nos regala es para disfrutarlo y ser felices.

Nena Daconte tocaba hoy en María Pita. La plaza estaba llena de adolescentes y familias enteras. Padres entregados y niños pequeños esperando ese «tenía tanto que darte…» que tanto ha calado en España.

Bailé. Canté. Disfruté del concierto y de estar allí, en mi casa, en mi tierra natal, con mi gente, escuchando música en directo… y me sentí cerca de Dios. Cerca de Dios en la alegría, en el descanso, en mi estar en casa, en la felicidad momentánea… Y me acordé de Él y le mandé un SMS a mi mujer diciéndole que ojalá estuviera a mi lado.

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Creo que fue una oración muy hermosa.

Un abrazo fraterno

Marta, Marta… (Lc 10, 38-42)

Siempre me ha hecho gracia esta regañina cariñosa que Jesús le propina a Marta. Es la única vez que repite el mismo nombre dos veces seguidas… je, je, je…

Yo, a veces, también ando inquieto y nervioso. Y pierdo el norte. Hoy Jesús me recuerda que pocas cosas las importantes y que no vale la pena afanarse en «extras» inútiles. Disfruta de mi, le viene a decir, y déjate de chorradas.

Tomo nota.

Un abrazo fraterno