Tened valor (Juan 16,29-33)

Jesús lo dejó claro desde el día uno de su marcha: en el mundo, tendréis luchas. No era un tipo que viviera en los cielos y que no supiera lo que implicaba anunciar el Evangelio. ¿Quién mejor que Él, crucificado, para advertirnos de lo que traería de sí seguirlo? Luchas. No problemitas, complicaciones, cosillas… no: luchas. Batallas. Guerras.

Y Jesús apeló a la épica, al valor. Yo a veces comparto en facebook o aquí en el blog que activo mi modo épico. Suelo poner algo así como «MODO ÉPICO = ON». La gente se ríe y yo también pero en el fondo de mi ser conozco lo que eso significa y cuando activo el modo épico sé por qué lo hago. Y me pongo la música adecuada y dirijo mi actitud de una manera determinada y me agarro los machos y, realmente, siento que estoy en medio de la gran batalla y que tengo que ser valiente y salir a luchar. El modo épico es fundamental en mi vida…

No soy el único valiente. Conozco mucha gente que sale ahí afuera y deja sus miedos en casa. Conozco a muchos que plantean su día a día desde la promesa de la victoria final. Y conozco a unos pocos, que casi siempre son mujeres, que no es que sean valientes… es que son auténticas heroinas. Son heroinas anónimas que sostienen sus vidas pese a dificultades mayúsculas, a batallas durísimas, a pruebas muy exigentes… Muchas de ellas no creen en Dios o no lo tienen presente pero YO, AL MIRARLAS, LO CONTEMPLO Y DESCUBRO SUS MARAVILLAS EN ELLAS. Otras son la imagen nítida del mismo Dios…

Un abrazo fraterno (os dejo una canción de mis momentos en modo épico… :-))

0 comentarios
  1. Néstor Mora
    Néstor Mora Dice:

    me ha gustado la entrada. Lo del modo «ÉPICO» conlleva aspectos interesantes. ¿Por qué no sentimos épicos? Creo que este sentimiento tiene parte de negación de uno mismo para donarse a los demás, también un porcentaje considerable de Esperanza, ya que sin Esperanza la Épica se vuelve tragedia.

    El modo épico también tiene sus peligros, ya que tendemos a desentendernos de los detalles pequeños. Vemos lo grande y nos confundimos con la inmensidad a la que tendemos. También se pierde el sentido de la humildad con facilidad.

    Al pensare en la exhortación «Tened valor» me viene a la mente San Francisco delante del Califa Hakem ¿Cómo fue épico San Francisco? Quizás su épica fue sencillamente una mezcla de sentido de su incapacidad personal unida a una tremenda confianza en el Señor. Algo así como el valor que tuvo que tener la Virgen al aceptar ser la Madre del Salvador. Ese «Hágase en mi según tu palabra» es épica llena de sencillez y humildad. También me acuerdo de Cristo lavando los pies a los discípulos y dejando las cosas claras a Pedro.

    Este tema da para reflexionar hora. Enhorabuena y gracias 🙂

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