Yo soy la vid verdadera (Juan 15, 1-8)

El Evangelio de hoy es tremendo. Es de esos que requieren pocos comentarios y que a uno le gusta orarlo a base de leerlo y releerlo e intentar descubrir en cada palabra un mensaje importante para uno mismo.

Hay que dar fruto. Y estar dispuesto a ser podado, en continuo crecimiento, afrontando la vida como viene con disposición de aprender en cada momento. Y permanecer… verbo que se me hace hoy importante… permanecer. ¡Pero no sin razón! ¡No porque sí! Permanecer unidos a Él porque solo no se da fruto, «porque sin mi no pueden hacer nada»…

Es vital para mi hoy leer esto texto y orarlo. Soy una ramita…

Un abrazo fraterno

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *