Caminaban según sus ideas (Jeremías 7,23-28) – Jueves III de Cuaresma

Pertenecer a la Iglesia es un regalo, una responsabilidad y, a veces, un fastidio. Como en cualquier familia que se precie. Yo no siempre comparto lo que se vive, lo que se predica… A veces siento que, en conciencia, debo ser fiel a aquello que pienso y siento. Y lo hago con la certeza de que me dirige el Espíritu y el amor.

Pero también pienso muchas veces, y hoy me lo recuerda la lectura de Jeremías, que es muy difícil mantenerse en la Iglesia y en la fidelidad al Señor yendo por libre y no teniendo en cuenta lo que los pastores tienen que decirnos. Es fácil equivocarse, es fácil desviarse, es fácil sucumbir a lo que se lleva en el tiempo que a uno le ha tocado vivir…

Por eso creo que ambas posturas y actitudes son necesarias y deben ser manejadas desde la oración y el recogimiento. Desde el amor. Desde la humildad. Desde la valentía.

Un abrazo fraterno

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