Conmigo lo hicisteis (Mateo 25,31-46)

Un cristiano no puede ser indiferente. Son palabras antónimas. Yo me veo un poco mediocre en este punto. Es fácil enarbolarse en argumentos ya manidos sobre la fuerte del sistema y lo difícil que es salir de él. El caso es que sí tengo mi sensibilidad y conciencia educada para poder ver a los que sufren pero a veces no soy capaz de traducir esa sensibilidad en acciones concretas, y humildes, que ayuden a mitigar el sufrimiento del hermano en la medida de lo posible.

No puedo decir mucho más. Creo que está claro. Padre, acoge mi plegaria y dame luz para ser cada día más como Tú.

Un abrazo fraterno

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