Cuando des un banquete (Lucas 14,12-14)

«Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte

Es brutal la Palabra de Jesús. Brutal. Y hoy me toca y me enseña y me exhorta y me interpela. Porque muchas veces me rodeo de aquellos que me dan la razón, a los que les gusta lo que hago, que me llenan los oídos de piropos y buenas palabras. Sigo sin tener huevos, con perdón, de romper con lo que se espera, con lo establecido… e ir a por el pobre que nada tiene aquí en mi barrio, en Carabanchel. Gracias a Dios vivo en un lugar donde es evidente la carencia, la pobreza de muchos, la necesidad de otros… ahora sólo me falta responder con coraje e invitar al banquete de mi vida a aquellos que nada pueden ofrecerme.

Un abrazo fraterno

0 comentarios
  1. Noe
    Noe Dice:

    ¿Sabes, Santi?, me encanta que, como el «enamorado» de Calasanz que reconozco en ti, des gracias por vivir donde vives y palpar en lo cotidiano las carencias de otros, aunque a veces nos cueste tantísimo acercarnos a ellos (pero ser conscientes de ellas ya es un paso, compi). Tu agradecimiento por ello me ayuda a sentirme, nuevamente, agradecida por trabajar en una escuela que apuesta por el pobre, por el marginado, por aquel a quien la sociedad rechaza… por aquel que ya en los tiempos de Calasanz tacharon de andrajoso. Porque por lo menos cada día puede interpelarme, puedo ser consciente de lo que hay sin tener que mirar la prensa.

    A lo mejor una sonrisa, un saludo, un guiño de ojo es suficiente para llevar la alegría ¿no crees?. No conformarnos, no… Pequeños pasos.

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