Mi combate, mi meta #

Si mañana terminara el combate… tengo la sensación de no haberlo ganado.

Estoy en un momento de pausa, de paso atrás, de oscuridad, de desierto. ¿Qué planes tiene el Señor que yo no consigo alcanzar a adivinar? Cada día que pasa me siento más torpe, más pequeño, más prescindible. Cada día tengo la sensación de saber menos, de errar más. Cada día me siento más inseguro. Cada día creo que el servicio que brindo… sirve para poco, para pocos.

Convencido estoy de que algo está tramando el Señor. Pero mientras me retuerzo, me quejo, me angustio. ¿Por qué no concederme aquello que le imploro?

Pongo todo esto delante del Padre y acudo a María, interesado en su mediación, sabedor de mi postura interesada. María, Madre, cuéntaselo tú…

Mientras, seguiré empuñando las armas de la fe y luchando el buen combate…

Un abrazo fraterno – @scasanovam

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