Mi copa rebosa (Salmo 22)

Me emociona ver lo que tengo en mi vida y cómo fui conducido hasta todo ello. El Espíritu me ha ido guiando y llevando con ligereza por las veredas de la vida y, hoy, puedo afirmar que ha habido y hay dificultades y muchas cosas pendientes todavía pero siento que el Padre perfuma mi cabeza y, sí, mi copa rebosa de amor, felicidad y dicha.

Vivo en un hogar creado de la nada y levantado sobre nuestro esfuerzo y la entrega mutua. Vivo en él con una mujer maravillosa y ya casi tres hijos llenos de vitalidad que me llenan de besos y ternura.

Vivo mi fe en una comunidad sencilla en la que ponemos la vida en jueo cada lunes. Tengo muchos amigos y en el trabajo me va bien.

Sí, mi copa rebosa y por eso hoy es momento de dar gracias. Qué mejor que con esta pieza del maestro Beethoven…

Un abrazo fraterno.

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