Mi fortaleza (Salmo 30)

Siempre he sentido que Dios es mi fortaleza. Es algo diferenciador. En Dios me hago fuerte. Sabiéndome hijo querido veo mi vida de manera positiva. Recordando que se me ha dicho que si lucho por el Reino, lo demás de me dará por añadidura… planteo mi vida con unos parámetros que sostienen con fuerza mi estructura vital, reducen mis temores y me permiten afrontar cada día con un alto grado de despreocupación.

Sí. Yo siento que mi fe, mi Dios, es mi fortaleza. Y actúo sabiéndome fuerte.

Un abrazo fraterno

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *