Sálvame (Salmo 30)

Dirígela. Guíala. Sálvala.

En tus manos. Sin nada. Sólo con la fe. Con la que le queda. Sosteniéndose fuerte en su debilidad.

Hoy fue un día malo. Turbio. Oscuro. Molesto. Doloroso. Uno más. A veces ella ya pierde la cuenta. Y es tentada a desfallecer pero vence. Es tentada a desconfiar pero vence.

Y yo te contemplo en su mirada. Y te adoro en ella. Y te contemplo en su fidelidad. Y te adoro en ella. Y te contemplo en su corazón. Y te adoro en él. Ý me descalzo, como Moisés al pisar terreno sagrado. Y paso de puntillas. Y le susurro que la quieres.

Señor, luz. Señor, fuerza.

Un abrazo fraterno

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