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Está embotado el corazón de este pueblo (Mt 13,10-17)

Miramos sin ver, oímos sin escuchar, el corazón se ha endurecido… Es muy duro. Lo que dice Jesús es muy duro y muy actual. Yo cambiaría un poquito la frase: miramos sin querer ver, oímos sin querer escuchar y, aunque no nos gusta demasiado, preferimos tener un corazón endurecido que nos proteja del peligro de amar de verdad.escucha1

Es algo que a mi me corroe y a lo que no estoy dispuesto y lucho para que no sea así en mi vida. Yo quiero VER, ESCUCHAR y AMAR. Quiero que me duela la injusticia, quiero ver la verdad y la necesidad, quiero escuchar el clamor del necesitado y la palabra del Padre. Quiero llorar cuando me muera de pena y rabia, abrazar cuando sienta que mi abrazo es medicina, dejarme llevar por lo que me pida el corazón sin calcular demasiados riesgos…

No estoy dispuesto a formar parte de este pueblo embotado…

Un abrazo fraterno

¡Filtráis el mosquito y os tragáis el camello! (Mt 23, 23-26)

Es tal vez lo más fácil para acabar con la justicia: filtrar un mosquito y tragarse un camello. Y pasados veinte siglos de esta frase de Jesús todavía seguimos teniendo casos todos los días en los que ésto está a la orden del día.

La injusticia es, tal vez, el origen de muchos de los males del mundo. Y, además, daña terriblemente a las personas. Cuando se comete algo injusto sobre uno la herida es grande y las consecuencias imprevisibles.

Yo, muchas veces, soy muy dado a filtrar mosquitos… y no me gusto. Y a veces también me trago camellos. Y tampoco me gusto. Es más, seguramente uno filtra mosquitos para no sentirse mal por los camellos que se está tragando. Así mantenemos nuestra imagen de «cumplidores del bien» y santas Pascuas…

Un abrazo fraterno