MIÉRCOLES SANTO: Fue a ver a los sumos sacerdotes

El protagonista del Evangelio de hoy es, sin duda, Judas. Judas se parece más a mi de lo que a veces soy consciente. Judas fue uno de los elegidos. Y no creo que Jesús lo eligiera para que fuera la cabeza de turco. Judas se apasionó con Jesús al principio y vio en su camino y en su predicación un camino válido para solucionar muchas de las cosas que asfixiaban al pueblo judío de aquel momento. Pero en el andar juntos… Judas se fue desencantando. Lo que Jesús proponía no acababa de ser lo que Judas pensaba que debía ser el camino. Judas era un experto de marketing, un diplomático, un político… Pretendía hacer del maestro un líder en condiciones que fuera capaz de entenderse con los sumos sacerdotes y con el pueblo… A Judas le desagradaban los escándalos, los duros discursos, los despechos y las acusaciones a ciertos sectores poderososos que, su maestro, llevaba a cabo.

Y acude a los sumos sacerdotes. Cansado. Confuso. Recibe la Palabra de Jesús pero no está preparado para hacerla suya. Su cabeza, sus proyectos, su idea de cambiar el mundo sin buscarse problemas… se lo impiden.

Os dejo este fragmento de la peli de Zeffirelli. Me gusta. Un Judas humano. Un Judas que no es consciente de su traición. Un Judas cobarde y lleno de miedo. Un Judas, pues, manipulable. Un Judas que se equivoca y punto.

Un abrazo fraterno

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