Padre (Lc 11, 1-4)

Es la primera palabra que utiliza Jesús en su intento por enseñar a sus discípulos cómo orar. Y, posiblemente, sea la palabra clave no sólo del contenido de lo que se dice sino de la actitud con la que uno debe disponerse a orar.

«Padre» le quita a la oración el peso del encorsetamiento y, por contra, le inyecta una naturalidad y cercanía que le permite a uno orar más veces de las que se piensa. Orar es hablar con tu padre. Ni más ni menos. Contarle y escucharle.

Esa es la manera en la que Jesús responde a aquellos que piensan que hay una manera de hacer para todo. Gracias PADRE por revelar esto a los sencillos…

Un abrazo fraterno

1 comentario
  1. TeSs
    TeSs Dice:

    Supongo, que a veces hay que aprender a pronunciar de nuevo esa palabra…a sentir de verdad que existe y se hace carne en tí, a sentir la protección que realmente dan los padres…
    Santi, tus reflexiones llenan mia alma… gracias!

    Responder

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