Día 36 #Cuaresma2017 #mipalabranocala

Jesús debía de sentirse mal en esos momentos. Era consciente de que sus enseñanzas no estaban calando en la mayoría de las personas religiosas del pueblo. Su sensación debía de ser, cuanto menos, de desolación.

Pero, por otro lado, es un consuelo comprobar que lo que cualquiera de nosotros «vivimos» en nuestras realidades de evangelización, es lo mismo que el Maestro sufrió en sus propias carnes. Los consuelos sirven para poco pero permiten afrontar con esperanza la realidad, ya que a veces caemos en una excesiva negatividad que no ayuda en nada a transmitir la Buena Noticia. La realidad es la que es y la dureza del corazón es propia de muchas personas a las que uno pretende evangelizar.

Posiblemente, la evangelización verdadera se dé en los mismos términos que afrontó Jesús: dando la vida. Es ese testimonio el único válido y, seguramente, el más fructífero.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *