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Atrapa la bandera: #familia unida jamás será vencida

Sábado de cine. Tarde magnífica y muy bien aprovechada viendo en familia el peliculón de Enrique Gato. Porque «Atrapa la bandera» es, para mi gusto, uno de los títulos imprescindibles de este comienzo de curso.

Si alguien me eligiera para escribir la sinopsis de la peli, lo tendría muy claro: «Atrapa la bandera» es una película que habla de la familia y de la amistad; una peli que nos muestra cómo somos mejores junto a otros y que nos enseña el camino para conseguir aquello que nos proponemos: poniendo nuestros dones al servicio. Entretenida, ágil, simpática y vibrante.

atrapa-la-bandera-miniEn los tiempos que corren, es bueno encontrarse con una propuesta cuyo personaje protagonista es una familia: los Goldwing. Es gratificante encontrarse con la idea de que una familia, más allá de las virtudes y defectos de sus miembros individuales, puede combatir el mal que existe en el mundo y hacer de éste un lugar mejor que habitar. Varios puntos me gustaría destacar:

a) Una familia real como protagonista. No es una familia idílica. Tienen problemas. El padre está tremendamente centrado en su misión como astronauta, en su trabajo, y hace de ello el centro de su existencia. Para más inri, el abuelo, que está en una residencia de astronautas veteranos, no se habla con el hijo desde hace muchos años y nunca quiere ver a la familia. Luego tenemos a Mike, que sufre todo esto y que, además, nunca consigue destacar en lo que al surf se refiere, su hobbie. Todos tenemos algún problema en casa, también. La familia perfecta no es aquella que está exenta de dificultades o malentendedidos y desencuentros.

b) Mantener la familia unida requiere esfuerzo. Las familias, lugares de amor, aprendizaje y reposo, se tornan por momentos en lugares donde todo parece romperse y donde los egos particulares juegan con el bienestar común. Mantener la familia unida es un arte, un trabajo que hay que asumir entre todos, aunque puede haber personas concretas que asumen esta tarea como propia. En la peli, la mamá y el pequeño Mike hacen lo indecible por volver a estar todos juntos. No se rinden porque saben que la familia unida es algo de valor incalculable… Aquellos que se piensan que esto se trata de casarse y tirarse a descansar… acaban separándose y el proyecto acaba roto.Atrapa-la-bandera-cohete

c) La película parece recoger la llamada del Papa Francisco de cuidar con especial cariño a dos grupos especialmente maltratados en la actualidad: los niños y los ancianos. Sí, esta es una peli donde los auténticos protagonistas son niños y ancianos. Es gratificante ver propuestas que encuentran en esta especial unión un valor incalculable para la sociedad. ¿Por qué, entonces, nos empeñamos en convertirlos en grupos sin voz? ¿Por qué nuestro sistema no cuenta con ellos?

d) La peli asimila con claridad que en la ancianidad podemos encontrar la sabiduría y la experiencia, imprescindibles para llevar adelante misiones de cualquier tipo. ¿Por qué? Porque ellos ya pasaron por donde los jóvenes empiezan a transitar. Los ancianos son la salvaguarda de la memoria colectiva, aquellos de quién debiéramos de echar mano cuando las cosas se ponen complicadas. Ellos, calificados hoy como «no útiles» para el sistema, cobran una relevancia tremenda en la peli. Los astronautas veteranos son los encargados de formar a los nuevos, de poner a punto la misión. Con menos medios, con una técnica más limitada que el «malo», con una tecnología más deficiente… pero con el conocimiento conseguido por años de experiencia. ¡Y además en una misión tremendamente preciosa: salvaguardar la «memoria colectiva» de la humanidad ante el intento de aquellos que sólo ven en todo dinero, interés, negocio y poder!

e) La mujer tiene también un lugar de importancia en «Atrapa la bandera». Por un lado una madre empeñada en mantener la familia unida, que transmite esa idea a la siguiente generación y que se lo enseña con el ejemplo. Lo consigue. Luego, una niña lista, valiente, fiel en la amistad, con sueños de ser periodista, con vocación de dar a conocer a todos lo mejor que pasa en el mundo… que acaba siendo premiada con el título de «primera mujer en pisar la luna». Heroínas femeninas que se escapan de la estética de princesitas o de feministas. Mujeres que aportan aquello que tienen valioso, sin esperar nada a cambio, con una sensibilidad distinta, con una ternura llena de preciosa feminidad…

f) ¿Y el «malo»? El malo es un empresario… Un hombre que lo que ansía es poder y dinero. Un hombre SIN FAMILIA, sólo, muy en contraste con la «comunidad» de enfrente… Claramente se observa como el ansia de poder y dinero es capaz de convertir a un ser humano en alguien despreciable, sin escrúpulos, manipuladora… Quien ahí se acerca, acaba por quitarle todo valor a la vida humana… No es difícil imaginar cercano a este personaje en los tiempos que corren…Despegamos-Atrapa-bandera_MDSVID20150701_0120_17

g) Y por último, la amistad. Una pandilla genial de tres amigos, dos niños y una niña, que se aprecian, se quieren, pasan tiempo juntos, comparten hobbies, hablan, se aconsejan con prudencia y cariño, se escuchan, se conocen… Una pandilla de amigos sana, donde cada uno puede ser quién es y donde ninguno tiene que pretender ser lo que no es para ser aceptado. Un canto a la autenticidad y a la verdadera amistad, donde cada uno pone en juego los dones que tiene y donde, hasta el que parece más friki, tiene algo importante que aportar. Y preciosa también la llegada del enamoramiento y de una mirada distinta entre los sexos opuestos cuando llega el momento; una amistad que pasa a ser algo más; un beso, que pasa de ser casual para ser premio anhelado…

En definitiva, no dejéis de verla, no os arrepentiréis.

Un abrazo

¡Venid a la luz! #cuaresma

La lectura de Isaías de hoy es el núcleo de mi fe, el núcleo de mi esperanza, el núcleo de todo aquello que resulta incomprensible en la tiniebla y que, la oscuridad intenta ocultar cuando nos acecha.

Ese es mi Dios. Un Dios que no se olvida de mí, que está siempre, que sale a mi camino para auxiliarme, que me llena de gracia y bendiciones aún en el mayor de los sufrimientos. Ese es mi Dios.

Jesús así lo confirma: un Padre que viene a llevarnos a la Vida y que nos grita ¡Venid!

Un abrazo fraterno

La medida sí importa #cuaresma

Sí importa. No lo que tú mides sino cómo usas la regla para tomar las medidas de los que te rodean.

Cuando leo esto me doy cuenta de lo exigente que soy con tanta gente, de la lupa que uso con muchos de los que más me quieren y a los que más adoro. Exijo, exijo, exijo… no paso una, me molesto si no dan la talla, me enfado si no llegan a la medida mínima de mis aspiraciones.

El Señor me anima a echarme un vistazo a mí mismo y a aprender a ser igual de laxo con los demás, que me quieren, probablemente, sin tampoco dar la talla en su escala de medición.

La medida sí importa. Yo no soy feliz midiendo con tanta exigencia. Ni los demás. Como siempre, toca girar la cara a Dios y dejarse amar por su medida colmada y generosa. Olvidarme de mí y sólo tener ojos para el amor.

Un abrazo fraterno

Prisiones, cerrojos, cepos, hambrientos, pobres, desnudos… #cuaresma

La lectura de hoy de Isaías no puede ser comentada. Cualquier palabra sobra.

Así dice el Señor Dios:

«Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados.

Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios.

Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios.

«¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?»

Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad.

No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces.

¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor?

El ayuno que yo quiero es éste:

Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.

Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»»

Programa electoral de Jesús: la cruz de cada día #cuaresma

Perder la vida.

Perder… ¡A mí no me gusta perder ni a las canicas! Y el Señor me llama a perder la vida por Él… Me cuesta tragar aunque, curiosamente, algo de mi vida la estoy dando ya por Él…

No me gusta el sufrimiento. Me da miedo sufrir. Me da miedo que los míos sufran… Él me dice que no tenga miedo.

Y cargar con la cruz cada día… ¿Qué pasa con el Estado del Bienestar? ¿Qué pasa con el relax? ¿Qué pasa con la felicidad? ¿Qué pasa con la tranquilidad? ¿Qué pasa con el éxito? ¿Qué pasa con el dinero? ¡Cruz! ¡Cada día!

Esta es la propuesta de seguimiento que nos hace el Señor Jesús. Con este programa, no gana las elecciones… pero yo quiero ir con Él. Yo le quiero a Él.

Un abrazo fraterno

Un Salmo para la Cuaresma (Salmo 50) #cuaresma

Hoy comienza la Cuaresma y, tras leer las lecturas del día, creo firmemente que este Salmo que se nos propone hoy, con el que el Rey David y multitud de santos a lo largo de la historia pidieron perdón a Dios, debe ser un Salmo de cabecera para cada día de nuestra vida.

1. Implora la misericordia y el perdón de Dios Padre.

2. Nos hace conscientes de nuestro pecado.

3. Pide la presencia permanente del Espíritu.

4. Reconoce la capacidad de Dios de obrar el milagro en nosotros.

Porque así es. Sin Él, poco o nada somos, ceniza. Nos desviamos de su Palabra y de su Deseo tantas veces… Somos tan volubles, tan débiles ante el poder, el placer, la comodidad… Pedir perdón nos cura y sabemos que Él siempre perdona. Su Misericordia es infinita.

La vida es una lucha continua, una auténtica guerra personal y colectiva entre el bien y el mal. Necesitamos al Espíritu, la mayor de nuestras armas. Con Él, la esperanza no desaparece. Con Él, el milagro se obra aún cuando todo parece perdido.

Un abrazo fraterno

¿En quién se fija el Señor? (Génesis 4, 1-15. 25) #

Es curioso. La lectura de Caín y Abel, tan conocida, del Génesis, no habla de buenos y malos. No describe especialmente a ninguno de los hermanos aunque podemos sacar alguna conclusión de las conversaciones y del texto.

Caín está dolido con Dios, o más bien, está dolido consigo mismo. Caín sufre eso que muchos conocemos: la desazón y la insatisfacción de no dirigir su vida al Bien. Y la paga con su hermano. Toda la «movida» explota cuando el Señor Dios se fija en Abel y no se fija en Caín.

La relación con Dios es una relación de amor y, como en toda relación de amor, Dios (que no cierra las puertas a nadie) reacciona fija su mirada en aquellos que le aman, que le rondan, que hacen lo que a Él le agrada. ¡Como cualquier enamorado! No es culpa de Abel. Ni siquiera de Dios. La desgracia de Caín es consecuencia únicamente de sus actos, de su egoísmo, de no amar al amado.

¡Cuántas veces culpamos a Dios de todas nuestras desgracias, de todo lo malo que nos pasa! ¡Cuántas veces pagamos la frustración propia con los demás! Caín es el Judas del AT. En su pecado, no se vuelve hacia Dios sino que su culpa, llena de orgullo y soberbia, lo lleva a la muerte. ¡Cuántas veces entramos en esa espiral de pecado y orgullo que nos aleja cada vez más de Dios!

Un abrazo fraterno

Sin Espíritu no nos entendemos… #mioracióndehoy

Supongo que habéis tenido también estas conversaciones sobre Dios y la Iglesia que, al rato, ves que no van a acabar en ningún sitio. No tienen por qué ser conversaciones con ateos, agnósticos o pasotas obligatoriamente. Pueden ser conversaciones con personas de Iglesia, católicos, como uno, pero con diferencias en la manera de seguir a Jesús. Hay momentos en que llegas a un punto en el que sabes que no va a haber entendimiento.

La primera lectura de hoy me ha dado mucha luz al respecto. A veces, sin darnos cuenta, nos ponemos a hablar de «cosas del Espíritu» como si fuera un tema de gobierno, de política, de universidades, de empresa… Con la lógica que usamos para todo lo demás, con la manera de razonar que usamos para todo lo demás, con la manera de pensar y el lenguaje con el que afrontamos otras cosas de la vida. Y así se hace complicado. Porque «las cosas del Espíritu» requieren que las personas las miren, las contemplen y las valoren y asuman desde el Espíritu. Sin ese Espíritu «habitando» en las personas difícilmente se pueden «ver» determinadas realidades.

Orando sobre esto también he caído en la cuenta lo fácil que es juzgar a otros que no invocan ni desean que el Espíritu les habite. Sin esa perspectiva, ¿cómo vamos a actuar de la misma manera? ¿Cómo vamos a percibir al otro como hermano de la misma manera? ¿Cómo vamos a afrontar las dificultades de la misma manera? ¿Cómo vivir nuestros dones?

Un abrazo fraterno

Se buscan testigos de andar por casa #mioracióndehoy

Yo a veces caigo en la trampa, lo reconozco. Quiero ser un testigo de Jesus HQ (High Quality). Quiero que la gente se sorprenda al escucharme, quiero demostrar lo que sé, quiero que me ensalzen, que me aplaudan, que se acuerden de mí, que acudan a mí por mis méritos… A veces caigo en la trampa en las redes y busco el tweet más certero, las palabras más precisas, la imagen más rompedora, la presencia más especial. A veces caigo en la trampa y creo que cambiaré el corazón de las personas y que salvaré sus vidas con mis propios medios, por lo que yo soy, por lo que yo hago.

Me encuentro con la Palabra de hoy y me da cierta vergüenza. Me da estupor la confesión del gran S. Pablo, dando a conocer su miedo y su floja predicación. Estupor. Porque a mí, como a muchos, me gustan los cracks, los grandes, los gurús del testimonio…. Y no me doy cuenta de que los que hoy considero gurús eran pequeños, pequeñísimos… enfermos, débiles, tentados, atacados, desvalidos…

El salmo lo deja claro: ¿dónde está la fortaleza? ¿Dónde está la grandeza? Meditar la Palabra, buscar y gustar a Dios, orar, cumplir sus mandatos, anhelar su voluntad, amarla… Abrirnos al Espíritu, empaparnos de Él, llamarle para que venga y nos inunde y para que Él lo haga todo. Que nos coja y nos haga instrumentos de la grandeza de Dios. Ese es el testimonio más poderoso. Dejar que Dios actúe en mi más absoluta pequeñez.

Posiblemente la reacción, alrededor, será la del Evangelio. A la gente no nos gustan los «hijos de los carpinteros», no aceptamos que tengan algo que aportar, no admitimos que sean ellos los elegidos de Dios.

Un abrazo fraterno

¿X-Men? No, profetas #mioracióndehoy

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor:
«Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando.
No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos.
Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo.
Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.

No quiero comentar mucho esta Palabra del profeta de hoy. Es tan clara, tan limpia, tan afilada… Cualquier comentario la estropearía. Simplemente reparar en lo que me provoca:

– «Diles…» ¿A quién Señor? ¿Quiénes son esos a los que les tengo que hablar?
– «No les tengas miedo…» ¿Cómo se hace eso Señor? Dame fe, Padre, porque sí, tengo miedo.
– «Yo te convierto…» Todo está de tu mano Padre. Yo solo no puedo. Necesito esa conversión. ¿Cuándo sentiré tu fuerza? ¿Debo lanzarme cuando la sienta? ¿Debo lanzarme desde mi debilidad y luego me sabré fuerte?
– «Lucharán contra ti…» Qué sinceridad Padre… cualquiera se anima ante esta perspectiva… aunque si sigo leyendo… Tengo que creerme tu promesa, tu Palabra. Tantos santos pasaron por esto antes… Tantas personas de buena voluntad que decidieron seguirte siendo nada…

Parece que es tiempo de profetas… Todos lo somos pero… ¿cómo quieres que lo sea yo Señor? Aquí estoy, muéstrame tu voluntad.

Un abrazo fraterno