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Lejos de los primeros cristianos (Hch 4,32-37)

Cuando leo los textos de los Hechos, contando cómo vivían los primeros cristianos, siento que hemos desvirtuado mucho el Evangelio de Jesús. Lo hemos encerrado en templos y en cabezas, lo hemos racionalizado, teorizado, dogmatizado… pero lo hemos alejado de la concreción práctica del día a día.

Vivimos acomodados. Sí, hay necesitados entre nosotros y no, en general, no ponemos todo lo que tenemos al centro y lo repartimos. No funcionamos con un solo corazón y no sentimos que eso sea urgente. En fin, que hay mucho que cambiar.

Nuestras obras, colegios, hospitales, universidades, etc. se han profesionalizado. Las hemos hecho rentables y nos contentamos con trabajar «valores». Los valores no son exclusivos del cristianismo. Hay muy buena gente, generosa, humilde, comprometida y solidaria, que no tiene fe. Nos hemos diluido. No sólo no queremos que nos persigan sino que anhelamos tiempos pasados en los que la Iglesia era poder.

En fin… que el Espíritu nos empuje, mucho, y cambie nuestros corazones.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

¿Por qué esta generación reclama un signo? (Marcos 8,11-13)

Muchas veces, cuando más a oscuras me siento, le pido al Señor que me muestre el camino, que pase algo que me indique por dónde ir, qué hacer… El agobio de no saber qué camino tomar en el cruce me produce una sensación de tremenda inquietud. No es una inquietud que produzca desazón; es, más bien, la inquietud del que se sabe necesario y capaz para algo pero no acaba de tener claro que és aquello que se le «reclama».

La experiencia de los últimos meses me demuestra que Dios está por otro cosa y no para sacarnos las castañas del fuego, menos en esta sociedad tan descreída que aún se atreve a culpar a Dios de las desgracias como la de Haití. Sociedad pretenciosa y desafiante. La pedagogía de Dios, al menos conmigo, está siendo de otra manera. Dios me va hablando y va descorriendo el velo pero no desde grandes signos externos sino trabajando desde mi más honda intuición. Desde la escucha a mis hermanos. Desde el encuentro con otros. Desde las oportunidades que provoco y desde la que me llegan. No sé muy bien cómo explicarlo.

El signo debo ser yo.

Un abrazo fraterno

Le llevaban los enfermos (Marcos 6, 53-56)

Hay algo evidentemente distinto en sociedades anteriores y en la que nos ha tocado vivir. La necesidad, el deseo, las ganas… de algo que llenara sus vidas, de las palabras de Jesús, de la caricia de Dios que tocara los corazones. Hoy estamos demasiado llenos de cosas, de ruidos, de dinero… El llamado «estado del bienestar» ha traído mucha prosperidad pero tiene sus desventajas y es que se nos ha ido colando «la pachorra espiritual». Creo que hay la misma necesidad y la misma sed de siempre, porque los hombres y las mujeres somos seres trascendentes, pero desde luego hay mucha menos consciencia sobre ello. Vivimos de cara a la galería, desconectados de quiénes somos, de aquello que nos hace felices realmente… Estamos demasiado gordos, tenemos demasiadas vacaciones, muchos móviles, TDT’s, pantallas planas, iPod’s, músicas, cines, fútbol y cristianos ronaldos… Demasiado sordos y un tanto orgullosos de estarlos…

Ojalá sepamos más de nuestras «enfermedades» y seamos capaces de llegar o de ser llevados delante de Jesús.

Un abrazo fraterno

Lo que es del César pagádselo al César (Mc 12, 13-17)

Es un tema y un fragmento muy manido éste del César y de la monedita. Pero lo curioso de esto es que hay cosas que nunca cambian y que sigue habiendo intereses en mezclar poder político con poder religioso, en mezclarlo todo y menearlo bien para que llegue un momento en el que ya no se distinga nada…

Hoy en día esto sigue pasando y vemos a obispos encabezando manifestaciones, lanzando campañas y slogans… Yo siempre he despreciado las afirmaciones acerca de que la Iglesia no puede meterse en polítca y que los obispos no son quiénes para opinar de leyes y movimientos sociales. Los obispos son también ciudadanos y forman parte de una sociedad democrática en la que todo el mundo puede expresarse y opinar lo que quiera y donde quiera. Pero es muy distinto a que políticos y obispos acerquen intereses y que todo se convierta en una mistura engañosa y liosa para la gente. obispos

Jesús es nítido y claro en todo momento y se puede asegurar que sus mayores ataques han ido contra el poder religioso de la época que, con su poder, sometía a los feligreses. No recuerdo ninguna manifestación contra la ocupación romana pero sí una buena tanda de palos contra los mercaderes que habían tomado el templo.

Hoy la Palabra nos vuelve a recordar que nos mantengamos vigilantes y alejados de tentaciones. Soy ciudadano y cristiano y no puedo separar ambas cosas. Pero debo ser justo y verdadero en mi lucha por el Reino.

Un abrazo fraterno

El Señor está cerca de los atribulados (Sal 33)

Lo primero que tengo que decir es que la palabra «atribulados» no está recogida en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Como curiosidad. Sí está la palabra «tribulación» de donde podemos deducir la anterior. Atribulado será todo aquel que sufre pena, congoja, tormento, persecución… adversidades.

Las adversidades están ahí. Todos los días. Y la sociedad en la que vivo llena mi vida de tribulación. El concepto del trabajo, la economía y el tiempo me oprimen. Mucho que hacer y poco para disfrutar. «Hay que disfrutar en cada momento con lo que uno tiene» – dicen algunos. Y es verdad. Pero eso no quita para admitir que vivimos a un ritmo frenético e inhumano. Y luchar contra eso cansa, agota, desgasta.

Está siendo una semana difícil. Y acojo el salmo de hoy con alegría. Es un beso del Padre.

Un abrazo fraterno