Buscadores de amor #laviuda

Era mujer, y viuda, y pobre, y aún así Jesús puso su foco en ella y la puso como modelo de seguimiento. Y con esto quitó el foco de aquellos que se lo habían puesto a ellos mismos, aquellos que compraban su salvación dejando a Dios como títere celestial.

Es esperanzador y consolador descubrir cómo Jesús mira a aquel, a aquella, a quién nadie mira; pone en el centro a aquel, a aquella, que todos sitúan fuera. Y su único criterio para ello es el amor. Jesús, y el cristiano, debe ser un magnífico «buscador de amor», alguien capaz de percibir cualquier resquicio de bondad en el otro, de vida entregada, por más pequeña y precaria que sea esta.

Como la viuda, yo soy mirado por Jesús aún en mi pequeñez cuando amo, cuando amo lo que puedo amar.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

¿Cómo es Dios? #salmo145

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo es Dios? Pues el salmo 145 nos lo dice de una manera preciosa que no admite comentarios… sólo silencio y acogimiento…

Mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

El sacerdote más grande #darlavida (DEP Ignacio Echevarría)

Hoy celebramos la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Y uno lee las lecturas y encuentra un punto en común bastante claro: ser sacerdote es dar la vida por todos, siguiendo la voluntad de Dios.

Yo, como Jesús, soy sacerdote desde mi bautismo. No sacerdote como ministro ordenado sino sacerdote como persona que se ofrece al Padre para cargar sobre sus hombres a sus prójimos, para obedecer el mandato del Señor de amar por encima de todas las cosas.

No se puede amar sin dar la vida. Y no se puede dar sólo un trocito de vida…

Getsemaní es el escenario del Evangelio de hoy… ¿Estoy yo dispuesto a afrontar lo que Dios me pide sean cuales sean las consecuencias? Esa es la pregunta de hoy.

Ignacio Echevarría lo tuvo más claro que yo. Ya está contigo, Dios. Dale las gracias de parte de todos. Un sacerdote ha llegado al cielo. DEP

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Oración ante el sufrimiento #Diosresponde

Qué fácil es sentirse identificado con Tobit y con Sara. Qué relato más profundamente humano el de la primera lectura de hoy. Qué ejemplo de oración de verdad la de ambos: una oración de hijos a su Padre, con el sufrimiento, la queja, la incomprensión y el no entendimiento de muchas cosas. Un agobio, un hartazgo, una losa por la vida injusta que les está tocando vivir.

Pero la última frase es la más maravillosa: «En el mismo momento, el Dios de la gloria escuchó la oración de los dos, y envió a Rafael para curarlos». Precioso.

Dios escucha siempre nuestra oración y siempre toma medidas aunque raramente son las solicitadas. Enviar a Rafael para curar a Tobit y a Sara no es lo que ninguno de ellos había pedido. Pues eso. No hay mucho más que decir. Confiemos en el Señor y sigamos caminando.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Hipocresía ante Jesús #pillada

¿Cuántas veces soy hipócrita ante Jesús? ¿Cuántas veces, consciente o inconscientemente, intento poner a Dios contra las cuerdas con el objetivo de confirmar que no hay respuesta a mis dudas?

Jesús, en el fondo, nos devuelve el intento de pillada y nos contesta poniéndonos en el centro de nuevo: dejémonos de pamplinas y vayamos a la esencia del Evangelio: seguimiento y adhesión a la figura de Jesús.

Lo demás… técnicas de despiste.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Pastores buenos y malos #laviña

La  viña… preciosa imagen del Pueblo de Dios, de todos aquellos que creen en Él, de ti y de mí, de todos aquellos que están llamados a ser hijos de Dios, de la Iglesia, de la humanidad entera. Una viña que queda a cargo de unos viñadores. Y quién dice viñadores dice pastores…

Dura crítica de Jesús a los pastores de todos los tiempos, a aquellos encargados de cuidar y amar al Pueblo de Dios, de conocerlo y quererlo y guiarlo. Yo conozco pastores buenos y malos, como la vida misma. Mi madre siempre decía que su responsabilidad ante Dios es mayor que la de sus feligreses… Qué razón tenía mi madre…

Hoy sólo me brota pedir por ellos. Para que sean fieles al Dueño de la Viña y a su Hijo, no sea que acabe arrinconado entre tanto púlpito y entre tanta norma.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Perder ¿no es de locos? (Mc 8,34–9,1)

Perder la vida. Esto es de locos. ¿Esto no se trataba de ganar? ¿Ganar la felicidad? ¿Ganar el cielo? ¿Ganar a Dios? ¿Cómo que perder? ¿No hay otro camino? Tú sabes cuánto me cuesta, Señor, perder. Porque esto de perder no es, simplemente, dar la vida. Entregarse no me resulta difícil. Dar mi tiempo. Construir Reino. Porque creo que lo hago bien. Y porque en esa donación encuentro satisfacción. Pero eso no es perder… ¿A que no? Tú te refieres a hacer todo eso y tener la sensación de que nada se consigue, de que para nada vales, de que me has abandonado, de que no tiene sentido, de que no voy a poder, de que hemos fracasado… Eso es perder. Perder es agachar la cabeza. Perder es saberme pequeñísimo. Perder es dejar que otros hagan en mí sin oponer resistencia porque eres Tú quién está haciendo. Perder es dejarme llevar pese a mis resistencias. Perder es ir adonde no me gusta, servir en lo que no quiero… porque esto se trata de ir donde te gusta a Ti, de servir donde Tú quieres…

Señor… me cuesta perder. ¿Me seguirás enseñando?

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Los gentiles de S. Valentín (Hc 13,46-9)

Pablo y Bernabé deciden dedicarse a los gentiles. Porque la Palabra, el Reino, el Don… no puede ser impuesto y porque esto de evangelizar no trata de convencer, ni de rebajar, ni de claudicar… Se trata de anunciar a Jesucristo, de ofrecerlo. Y el de enfrente puede cogerlo o no. El respeto a la libertad del otro debe ser máxima.

A veces, cuánto más pensamos conocer a Dios y a sus designios, más lejos estamos de Él y más cerrado está nuestro corazón a la novedad constante y contagiosa del Evangelio, de la nueva Ley del Amor. ¿Qué harían hoy Pablo y Bernabé con nosotros, con los hombres y mujeres de la Iglesia de hoy? ¿Nos abandonarían como a aquellos judíos ante la cerrazón de nuestra mente y nuestro corazón? ¿Qué harían conmigo, con mi soberbia, con mi terquedad, con mi sequedad?

Hoy es S. Valentín y sí, se nos examina del Amor. Pero no de un amor de cena y copa, sino de un amor de banquete inagotable.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Trampas a Dios (Mc 8,11-13)

Ponerle trampas a Dios es una de las grandes tentaciones de todos los tiempos. Los hombres tenemos necesidad de probarlo, porque nosotros nos andamos probando continuamente. Como no acabamos de aceptar lo que nos plantea Jesús de Nazaret, nos buscamos las maneras para dejar en contradicción aquello que nos cuestiona la vida. Trampa. Somos unos tramposos. Elegimos las palabras del Evangelio que más nos convienen en cada momento, las adaptamos, las retorcemos, las relativizamos, las manipulamos… todo con tal de adaptar el Evangelio a nuestra vida, y no al revés.

Queremos ser libres pero no valoramos nuestra libertad y cuestionamos continuamente que Dios no intervenga en la historia, en la nuestra y en la del mundo. Por supuesto, sólo queremos signos milagreros cuando nos conviene y para lo que nos conviene y, muchos, se pasan la vida justificando su vida de espaldas a Dios. Una pena. No por Dios, que no necesita de nuestro amor y de nuestra fidelidad, sino por nosotros, que optamos por vivir cerca de la llama en lugar de tocar el cielo con los dedos.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Los labios y el corazón (Mc 7,1-13)

Los labios y el corazón. Una cosa es hablar y otra amar, que diría el otro. El reproche que hoy hace Jesús al pueblo, lo hago mío también. Yo tengo las cosas bastante claras en la mente. Predico bien lo que se supone que es seguir a Jesucristo. Incluso me atrevo a escribir artículos y oraciones, poniéndome en la brecha y contando a muchos de qué va esto de ser cristiano y de ser Iglesia. Pero hoy recibo este reproche con inquietud, porque veo que en mi vida no toda se ajusta a lo que predico y que por un lado va lo que digo y, muchas veces, por otro lo que hago.

Es más fácil decir «te quiero» que querer de verdad. Es más fácil decir «te sigo» que seguirte de verdad, Señor. Es más fácil decir «hágase tu voluntad» que luego aceptarla con alegría y esperanza.

Por eso, creo, el Espíritu nos ha regalado al Papa Francisco en este tiempo. Él nos recuerda continuamente que la letra, la norma, la doctrina… es importante, pero sólo si no está vacía, si no está hueca en nuestra vida. Sólo el amor basta, sólo el amor salva.

Un abrazo fraterno – @scasanovam