Evangelio para jóvenes – Domingo 13º del Tiempo Ordinario Ciclo A

Están muy de moda las rúbricas en educación. Pocas tareas mando ya como profe que no vaya acompañada de su rúbrica de corrección. La rúbrica permite dos cosas fundamentales: al profe le obliga a hacer explícito aquello que es importante y que va a tener en cuenta para evaluar la tarea; al alumno le da la información, antes de empezar, de cómo va a ser evaluado, para que nadie diga luego que no sabía desde el principio lo que se le pedía. Hoy, Jesús, nos ofrece una especie de rúbrica también. Escuchemos el Evangelio de hoy [Mt 10,37-42]:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.»

Para un judío de la época de Jesús, estar a la altura significaba cumplir los preceptos de la Ley. Esto era lo que predicaban los fariseos y los doctores de la Ley: Dios te ama, eres bueno, eres digno de llamarte hijo de Dios, en la medida en que cumplas. Jesús cambia la «rúbrica de corrección» , la «rúbrica de dignidad». No es un cambio menor y es un empujón más en la construcción del Reino que él predicaba. Te dejo tres pistas para tu vida ordinaria:

  • «Amor a Dios» – Primer criterio de corrección. Jesús quiere que ames y que lo hagas humanamente, por supuesto. ¿Cómo no vas a querer a tus amigos, a tus padres, a tu pareja, a tus hijos…? Pero Él te pide ser el número 1 en tu escala. Muchas veces hemos leído esto como si amar a Dios y amar a mi familia o a mis amigos fueran cosas excluyentes. Alguna vez puede que sea así. Pero otras muchas veces, lo que te pide el Señor es que en esos amores humanos, Él sea el criterio, Él sea la meta, Él sea quién está detrás. Y cuando haya que decidir, tomar opciones, elegir caminos y dejar… seas libre para hacerlo, por mucho amor humano que haya por el medio. Todo amor que viene de Dios te hace libre, no esclavo, ni dependiente. Ya sabes.
  • «Coger la cruz» – Segundo criterio de corrección. ¡Y no dirás que el Maestro no fue un ejemplo en esto! Jesús anuncia que en el «examen de la fe», la cruz llegará y el cómo la afrontes determinará tu ser discípulo, testigo de Cristo. Toca empezar ya, en tu día a día. ¿Apuestas por Jesucristo, por su Palabra, por su Reino? ¿Qué te supone eso en tus relaciones humanas, en tu tiempo, en tu dinero, en tus compromisos, en tu trabajo o estudios? ¿Y qué haces con esas dificultades? ¿Las evitas? ¿Las manipulas? ¿Las abrazas y acoges? ¿Qué haces con tu propio sufrimiento?
  • «Acoger la Palabra» – Tercer criterio de corrección. ¿Qué haces para intentar sintonizar con lo que Dios quiere para ti? ¿Qué haces para escucharle, para saber cuál es su voluntad? ¿Nada? ¿Esperar a que baje un «ángel» a tu puerta? Dios habla y se hace presente en los sacramentos… y en el prójimo. ¿Participas de ellos? ¿Vas a la Eucaristía? ¿Pasas por la Reconciliación? ¿Rezas alguna vez? ¿Estás cerca de los necesitados, de los pobres, de los que viven en soledad, de los que no tienen esperanza? ¿Acoges a tu lado, abres la puerta de tu corazón, a personas que pueden traer una palabra de Dios para ti? ¿O sólo buscas y acoges aquello que hace sentir bien, a aquellos que refuerzan «tu idea»? Esto sí, esto no, esto me gusta, esto no me gusta…

Estar a la altura de Jesucristo es intentar alinear mi vida con la suya, intentar que se parezcan todo lo posible. No siempre lo consigo. El pecado a veces me puede. Me desvío, me despisto, me equivoco… y me olvido que soy hijo de Dios y que todo lo que sea vivir por debajo de esa categoría es… desperdiciar mi vida. Empieza julio. Comienza el tiempo de verano y vacaciones en España. Ojalá no pierda mi dignidad entre toallas, piscinas, barbacoas y fiestas.

Un abrazo fraterno

Santi Casanova

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