Él hace, no yo #Diosenmí

Juan, Juan, Juan… y sus pasajes enrevesados. Y al final, me encuentro con una frase que hoy me dice muchas cosas: «El Padre, que permanece en mí, hace sus obras».

Porque a veces pierdo esto de vista. Pienso que soy yo, con mis capacidades, mis dones, mi inteligencia, mi creatividad… Y no, no es así. Es el Padre el que lo hace todo en mí. Yo sólo tengo que dejarme, abrir la puerta, mi corazón y llenarme de Él. Parece fácil aunque no siempre lo es. Nos encanta creer que somos pequeños diosecillos…

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Hambre y sed #yosoyelpan

¿Es posible valorar un simple trozo de pan cuando uno nunca ha sentido la punzada del hambre en su cuerpo? ¿Es posible valorar un simple chorro de agua, en una fuente, cuando uno no ha sentido en su boca reseca el dolor de la sed?

Jesús se nos presenta como el alimento y la bebida que quita para siempre el hambre y la sed pero ¿cómo traducir esto hoy en una sociedad occidental que no conoce qué es eso? Comer y beber son necesidades básicas fundamentales, sin las cuales no podríamos vivir. Igual que el amor, el hogar, la compañía…

Pensemos en aquello que cada uno experimentamos como ausencia en nuestra vida, algo que no duela en el corazón, y ahí, en eso, busquemos a Jesús. Él cubrirá ese hueco.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Nosotros esperábamos que él… #emaús

Fiesta en el infierno. Así se titula la última canción de Fangoria que podéis ver aquí. Fiesta en el infierno es la que tiene lugar mientras estamos de vuelta en nuestra vida, cabizbajos, resignados, decepcionados, con las expectativas incumplidas de nuestros grandes sueños, con una imagen del Dios en el que creíamos por los suelos… Fiesta en el infierno cuando la tristeza consigue que dejemos de creer en el amor.

Pero ahí, en medio de nuestros ruidos mentales y de nuestras heridas en el corazón, ahí justamente, se nos presenta el Señor, interesado por nuestros desvelos y sufrimientos y haciéndonos mirar atrás da sentido a una vida en la que su huella de amor infinito siempre está presente.

Nosotros esperábamos que él… y resulta que la felicidad y la plenitud van de otra cosa y que sólo se alcanzan en compañía de otro.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

¿Cansado? A veces… #venidamí

A veces me canso de no hacer lo que me gustaría, de sentirme agazapado y con las alas a medio abrir. A veces me canso de volar y otras, de pisar demasiado tierra firme. A veces me canso de servir y también de dar. A veces me canso de mí y aquí sigo.

A veces me canso, Señor, pero Tú sigues ahí. Voy.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Palabra y señales #cooperando

Los apóstoles salen por toda el mundo con la palabra y Jesús coopera con las señales. Evangelización en equipo.

Parece algo muy obvio pero a veces nos olvidamos de alguna de las dos partes de la ecuación: o bien esperamos las señales de Dios sin poner de nuestra parte, o bien pensamos que todo depende de nuestra acción pastoral y evangelizadora y olvidamos que Dios también actúa.

Así que ya sabemos.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Nacer de nuevo #elEspíritusopla

¿Nacer de nuevo? ¿De agua y de Espíritu? El Bautismo, dirán muchos. Y posiblemente sea así. Con el Baustismo, nacemos de nuevo y nacemos a Cristo. Pero ¿no es verdad que esto no se ha acabado aquí?

Nacer de nuevo es una actitud también ante la vida, y no sólo ante la vida de fe. Nacer de nuevo es estar dispuesto a volverse pequeño, a replegarse, a empequeñecer, a redescubrirse, a dejarse alimentar, a ser llevado en el vientre materno para luego volver a ver la luz. Nacer de nuevo es creer que siempre hay oportunidad y un cielo que nos espera, es estar dispuesto a volver a aprender a caminar y a hablar y a comer y a escuchar.

Jesús sabe que la fe nunca se para, que el cristiano no se debe acomodar y que el camino que transita, o es camino de vida o no conduce a Él.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

¿Darás tu vida por Mí? #MartesSanto

Jesús hace la pregunta tras la osada bravuconería de Pedro. Jesús sabe quién tiene delante.

Pedro, dará finalmente la vida por el Señor. En Roma lo hará. Antes tendrá que probar el amargo trago del fracaso, de la cobardía, de su traición. Pedro descubrirá que no son sus fuerzas las que le acercan a Jesús sino, finalmente, aceptar que todo le ha sido dado ya, todo el amor.

Muchos, hoy, sí que están dando su vida por Jesucristo. Yo, en parte, también. Tal vez, como Pedro, sigo confiando demasiado en mis puños, en mis fuerzas, en mis capacidades… aunque voy probando ya el sabor de mi incapacidad.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

No usemos a los pobres #LunesSanto

El Evangelio de hoy, sin duda, tiene muchas cosas. La primera es que la escena que nos presenta tiene lugar en Betania, en casa, con sus amigos. Jesús, que también necesitaba de la amistad y del hogar, había ido a compartir mesa con sus queridos Marta, María y Lázaro. Me lo imagino tranquilo, descansando de la misión, recobrando fuerzas, queriendo y dejándose querer, sonriendo y relajado.

Otra de las cosas que me llama la atención es esa fragancia del perfume que llena toda la estancia, tras el detalle de María con Jesús. ¡Qué importante la fragancia! No se ve, pero se percibe. No cambia nada, pero lo cambia todo. Transforma un lugar de muerte en un lugar de vida. Y me surge preguntarme… ¿qué fragancia desprendo yo?

Y por último, esa conversación entre Judas y Jesús acerca de los pobres. Judas usa a los pobres. Los usa, primero, como arma arrojadiza contra la iniciativa de María. Los usa como argumento demagógico ante un Jesús que no vacila: Él es antes que los pobres.

Creo que esta afirmación marca, y mucho, la actitud que un cristiano debe tener ante la misión y ante los necesitados. La tentación de usar al pobre para propio beneficio, el que sea, es grande. El pobre es el mismo Cristo. Esa es la única puerta que debemos tener abierta en nuestra misión. No hay cristianismo, por muy social que sea, si no brota de Cristo y va hacia Cristo. Cuidado con esto.

Un abrazo fraterno – @scasanovam

Expectativas sobre Jesús #DomingodeRamos

¿A quién esperaba aquella gente que agitaba las palmas a la entrada de Jerusalén?

¿Quién era Jesús para ellos?

¿Qué expectativas depositaban sobre él?

Seguramente, esperaban que Jesús fuera alguien capaz de resolver el sinsentido de sus vidas, alguien capaz de dar salida a sus problemas, alguien capaz de colmar sus esperanzas, alguien capaz de quitar del medio a los que molestaban en aquellas tierras palestinas, alguien capaz de liderar una auténtica salvación revolucionaria.

Seguramente, aquellos no son muy distintos a nosotros, que depositamos en Jesús todas nuestras expectativas de mejora vital.

Aquel domingo, en Jerusalén, y hoy, en cada lugar, a Jesús lo aclamaremos centrados en nosotros mismos y no en Él; lo aclaremos no desde nuestra fe en su palabra sino desde nuestras necesidades interesadas; lo recibiremos no para seguirle sino para que Él venga detrás nuestra a solucionarnos una vida que, sencillamente, nos incomoda.

Un abrazo fraterno – @scasanovam