El escándalo de la Magdalena… o la gracia de serlo

Hoy celebramos Santa María Magdalena. Leo el Evangelio y recuerdo algo que damos por hecho de manera tan natural: María Magdalena fue la primera en ver a Jesús Resucitado. Así como María, la Virgen, fue la elegida para traer al mundo a Jesús, otra María, la Magdalena, fue la elegida para encontrarse con un Jesús ya vencedor ante el Mal y la Muerte. No seamos hipócritas: esto hoy lo calificaríamos como un escándalo.

Magdalena era una puta, vamos a hablar sin tapujos. Pero vamos también a decirlo claramente: María Magdalena había dejado de serlo. Se había arrepentido. Su encuentro con el Señor, en un momento de su vida, le provoca un cambio interior que la transforma y la lleva a amar profundamente. El saberse amada y perdonada cambia su vida. Y eso la convierte en candidata definitiva en encontrarse con el Resucitado: su amor apasionado, su necesidad del Señor, su temor de Dios.

Me cuesta aceptar, en el fondo, esta realidad. Yo, que me considero mejor cristiano, mejor seguidor, mejor… que otros… me cuesta aceptar que un pecador cualquiera pueda pasarme por delante. Eso me dura hasta que me doy cuenta que yo también soy la Magdalena y eso me llena de esperanza. El Señor me sale al paso. Si me dejo, Él transformará mi corazón. Da igual lo que haya sido y el mal que haya hecho. Si hay arrepentiento verdadero, si me dejo perdonar, si el Señor cambia mi alma… también estaré en primera fila.

Así sea.

3 comentarios
  1. taniiabj
    taniiabj Dice:

    «Magdalena era una puta, vamos a hablar sin tapujos.» Sin pelos en la lengua, me gusta.
    Leyendo la entrada me vino a la mente eso que dijo Pablo a los romanos: «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» y la gracia abunda en el que se abre al misterio, en el que se reconoce pobre de espíritu, pequeño, frágil, vulnerable… Me gustó mucho la entrada, rezo por ti y por los tuyos 🙂

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    • Santi Casanova
      Santi Casanova Dice:

      Gracias por el comentario Tania. Un placer poder compartir contigo esta oración. Efectivamente, la lógica de la gracia nos desborda. Un beso

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  2. Gabriel
    Gabriel Dice:

    Bueno, aclaremos que las investigaciones bíblicas no identifican a María Magdalena con una prostituta… Esto ha sido una deformación que se hizo tradicional en la Iglesia, incluso promovida por la iconografía de la crucificción del Señor.

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